El alboroto por la destitución de Robert Moreno como seleccionador de España sigue trayendo cola. En la tarde del pasado jueves, Moreno concedió una rueda de prensa en la que contestó a las acusaciones previas de Luis Enrique y en la que no admitió preguntas por parte de la prensa. El catalán justificó su negativa a contestar ante las cámaras con evitar confesar algunas cosas que atacarían directamente a Luis Enrique y a la Federación.
En el programa de El Chiringuito del pasado jueves, se habló sobre la comparecencia de Robert Moreno pocas horas antes, donde los tertulianos expresaron su opinión respecto a las palabras del ex seleccionador. Uno de los trabajadores internos del programa Josep Pedrerol, Javi de la Peña, dio la exclusiva en plató de que Luis Enrique echaba fuego por la boca tras escuchar a Moreno en televisión.
Guerra abierta entre ex compañeros
Según declaraba el asturiano ante las cámaras días atrás, Robert Moreno no es de esas personas que merezcan permanecer a su lado: ‘‘Para mí es desleal, yo jamás lo haría. Yo no quiero a nadie con esas características en mi staff’’. Con estas duras palabras definía Luis Enrique a quien fuera su mano derecha en la selección.
Por parte de algunos tertulianos como Tomás Roncero, o el propio presentador Josep Pedrerol, se defendió el discurso del catalán ante los medios: ‘’Moreno puede defenderse. Si Luis Enrique y Rubiales lo hacen, ¿por qué no puede hacerlo Robert?
Se entiende además por parte de los colaboradores del programa de Mega, que Moreno debía mostrarse ante los micros para dar réplica a las acusaciones de un Luis Enrique que no se cortó un pelo a la hora de desprestigiar a su ex amigo. Pedrerol incluso puso de manifiesto su sensación de haber dejado a Robert como ‘’una mala persona y un mal compañero’’.
Tan sólo uno de los allí presentes, José Luis Sánchez, defendió la postura de asturiano, a sabiendas del fuerte carácter que tiene Lucho: ‘’Yo soy Luis Enrique y estoy en mi casa escuchando a Robert decir que no sabe por qué no quiere que cuente con él, y me hierve la sangre. Ya sabe por qué no le quiere’’.