El FC Barcelona preocupa. Vence, pero no convence. Muestra de ello son las dos últimas victorias en Liga, contra Celta de Vigo Leganés. El triunfo contra el cuadro gallego se cimentó sobre dos lanzamientos de falta geniales de Leo Messi. En Butarque se ganó con dos jugadas a balón parado. En el gol de la victoria la fortuna sonrió a los de Valverde.

El equipo azulgrana es líder en la Liga y también en la Champions, pero es impensable que el club catalán acabe compitiendo por los títulos exhibiendo este nivel sobre los terrenos de juego. La pobre imagen de los pupilos del Txingurri provoca reproches entre los sectores más críticos del barcelonismo, entre todos aquellos que ven más allá de los resultados.

Es el caso, por ejemplo, de Ramon Besa. El reputado periodista publicó una columna de opinión tras el choque contra el Leganés en la que atizó a los jugadores, al técnico y a la junta directiva. El título de dicho artículo, publicado en El País, deja pocas dudas: "Hasta que se aburra Messi", señala el reportero catalán.

El resultadismo no funciona

Besa asegura que "al Barça se le ha olvidado jugar a fútbol y no parece preocupado por recuperar una versión digna que complazca a la afición", mientras considera que "no tiene ninguno de los rasgos característicos de los mejores equipos azulgrana ni admite comparación con los más respetables de Europa. No puede competir desde la convencionalidad después de perder la identidad y dejar de ser el Barça".

El Barça celebra la victoria ante el Leganés/ EFE

El Barça celebra la victoria ante el Leganés/ EFE

El periodista catalán señala que el equipo azulgrana no tiene "ritmo de juego ni velocidad de balón, dejó de presionar, no encuentra a buenos laterales y extravió el tercer hombre en la salida de balón". Critica también que "la mayoría de asociaciones funcionan por amistad más que por sintonía futbolística, un pecado capital para el ecosistema del Barça".

"No se piensa en jugar sino en ganar, porque no tienen más sustento que el liderato de la Liga y también del grupo de clasificación de la Champions League", espeta Besa, que recuerda que "el resultadismo, sin embargo, no acostumbra a funcionar en el Barcelona".

Preocupación

El periodista catalán cuestiona también las contínuas renovaciones de los más veteranos: "La etapa post-Messi se anuncia como un vía crucis si no se interviene a tiempo en un plantel saciado de dinero que perdió la ilusión. Los contratos de la vieja guardia no son regresivos sino que aumentan con los años, política que fomenta el sedentarismo y el abandono".

Una foto de Gerard Piqué y Sergio Busquets atónitos ante la remontada del Liverpool / EFE

Una foto de Gerard Piqué y Sergio Busquets atónitos ante la remontada del Liverpool / EFE

Algo que Besa considera que se debe a que "la junta actúa con miedo, condicionada por la falta de un plan desde la partida de Zubizarreta. No sabe qué necesita ni qué le conviene al Barça. Hablar del estilo y del més que un club vale para vender camisetas y negociar créditos, no para seducir a los admiradores del fútbol. Es inútil cambiar las piezas de un coche y embellecer la carrocería cuando el motor no arranca".

"Para construir un equipo se necesita una idea con sentido. No es un problema de calidad ni de nombres, sino de sincronía, complicidad y credibilidad. Nadie disfruta del Barça, sino que su juega aborrece y provoca desafección". Besa concluye que "el equipo perdió la pelota, el juego y el alma. Se ha convertido en un club de descreídos que solo aspira a que Messi no se canse también del Barça".