El pasado 19 de noviembre, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, anunció que Luis Enrique, tras superar la dolorosa muerte de su hija Xana, estaba listo para volver a entrenar a la selección nacional y dirigir al equipo en la Eurocopa 2020.
Un hecho que debería haber alegrado a gran parte del mundo del fútbol, pero que sin embargo provocó más polémica que júbilo. Una controversia generada principalmente por la salida del que hasta el momento había ocupado el puesto del Lucho, Robert Moreno.
Moreno no seguirá como segundo
Y es que el catalán, tras la vuelta de Luis Enrique, no continuará tampoco formando parte de su cuerpo técnico. Fuentes próximas a la federación apuntan que entre septiembre y octubre se produjo un desencuentro entre ambos que provocó que Luis Enrique no aceptara al catalán como segundo. En una reunión de Molina con el ex del Barça el pasado 31 de octubre dejó claro que no quería trabajar más con su segundo.
Así, se pusó final a una relación de once años que empezó siendo profesional y que acabó siendo también personal. Los dos entrenadores compartieron banquillo y proyecto en el Barça B, en el Roma, en el Celta, en el Barça y últimamente en la selección española.
La salida de malas maneras de Moreno, que lo intento compensar con un apaciguado comunicado, y la ruptura traumática de su relación con Luis Enrique es solo un ejemplo más de dos entrenadores que compartieron banquillo como primero y segundo pero que, por diferentes circunstancias, acabaron distanciados y sin prácticamente relación.
Guardiola y Tito Vilanova
El recuerdo más reciente para la mayoría de los aficionados azulgranas fue el de Guardiola y Tito Vilanova. Tras la marcha del de Santpedor, fue Tito el que se hizo cargo del banquillo del conjunto culé. Un hecho que provocó un enorme distanciamiento entre los dos y un debilitamiento de una relación cimentada en muchos años de amistad.
Tito Vilanova y Pep Guardiola cuando entrenaban juntos al Barça
Guardiola y Vilanova se conocieron en La Masia y entre ambos dirigieron al mejor Barça de la historia (14 títulos en 19 competiciones). Sin embargo, el comentado distanciamiento se convirtió en una losa insalvable que no se pudo arreglar ni durante los encuentros que ambos, y sus respectivas esposas por separado, tuvieron en Nueva York. Las discusiones que allí protagonizaron terminaron con la imagen de un Guardiola que, finalmente, no acudió al entierro del que fuera su gran amigo, supuestamente vetado por la esposa de Vilanova, víctima del cáncer.
Johan Cruyff y Charlie Rexach
Siguiendo en la óptica culé, otro caso que generó mucha controversia fue la también traumática ruptura entre Johan Cruyff y Carles Rexach. Compañeros como futbolistas, Cruyff dirigió el Dream team y tuvo a Rexach como su ayudante y consejero durante ocho años.
Cruyff y Reixach, en el banquillo culé | FCB
Después, cuando el holandés fue destituido y Rexach se mantuvo en el club, la relación entre ambos se deterioró. Cruyff no entrenó más y Rexach nunca tuvo tanta suerte ni éxitos como al lado de su compañero holandés.
Mourinho y Van Gaal
Van Gaal fue el gran maestro de Mourinho durante sus inicios en los banquillos. Ambos coincidieron en el Barça durante las temporadas 1997/98 y 1998/99, donde el holandés fue el entrenador del cuadro azulgrana y el portugués formó parte de su cuerpo técnico, realizando informes de los rivales entre otras funciones.
Van Gaal, junto a Mourinho en el Barça | FCB
Mourinho permaneció en el Camp Nou tras la salida de Bobby Robson, su gran valedor, y se integró en el staff capitaneado por Van Gaal. Las dos temporadas en que coincidieron, el Barça conquistó dos Ligas, una Copa y una Supercopa de Europa.
No obstante, aunque su ruptura no fue traumática tras salir del Barça, el portugués no ha dudado en reiteradas ocasiones de lanzar dardos envenenados o duras críticas al que fue su mentor. Ambos coincidieron, esta vez como rivales, en diferentes temporadas en la Premier, y de la boca de Mourinho salieron críticas como “Con van Gaal el United no evolucionó". El holandés tampoco es de quedarse callada y comentó que “el juego de Mourinho aburre” o “solo se dedica a poner el autobús”.