Fin de etapa. Luis Rubiales anunció este martes que Luis Enrique regresará a la selección española y, en consecuencia, Robert Moreno deja el cargo. Solo cinco meses después. Tomó el mando de la Roja el pasado 19 de junio después de que el entrenador asturiano se despidiera por los problemas de salud de su hija.
Desde entonces Robert había dirigido al combinado nacional en seis encuentros (nueve en total, contando los tres en que había actuado como interino) con un balance de cuatro victorias y dos empates, 20 goles a favor y solo tres en contra. Entrenó al equipo durante prácticamente todo el proceso de clasificación, selló el billete para la Eurocopa pero, terminada la calificación, Rubiales le ha devuelto el cargo a Luis Enrique.
El presidente de la Federación manifestó desde el primer momento que el exazulgrana tendría las puertas abiertas si estaba preparado para regresar. Era el entrenador a quien le había confiado el proyecto. Robert siempre dijo que si el asturiano volvía, él daría un paso al costado. Así pues, ¿por qué ha acabado todo de una forma tan dramática?
La llamada
Para comprender la situación actual es necesario retroceder en el tiempo. Rubiales reconoció este martes que habló con Luis Enrique tres veces desde que dejó el cargo. La primera, el 29 de agosto, día en que falleció su hija Xana, para darle el pésame y manifestarle su apoyo y el de toda la Federación.
Luis Rubiales, presidente de la RFEF
El siguiente contacto no se produjo hasta el 31 de octubre. Entre estas dos fechas, Robert Moreno se reunió con Molina y el presidente para comunicarles que tenía noticias sobre Luis Enrique. El técnico había admitido sus ganas de volver a entrenar. Es decir, que la RFEF se enteró a través del entrenador catalán de que el exfutbolista quería volver a entrenar.
Entonces, Rubiales y Molina, en coherencia con lo que habían manifestado siempre, consideraban que era una "obligación" hablar con él. Se reunieron el 31 de octubre en Zaragoza. Allí, tal y como le había dicho a Robert, Luis Enrique les transmitió que quería volver a su puesto de trabajo. El presidente y el responsable deportivo de la Federación aplazaron la decisión para cuando finalizara la clasificación.
Después de la clasificación
Del 31 de octubre saltamos al viernes 15 de noviembre, instantes después de la victoria de España contra Malta. Rubiales no se atrevió a asegurar que fuera Robert Moreno quien se sentara en el banquillo de España en la Eurocopa. Esta ambigüedad encendió las alarmas del catalán, que se reunió con Molina el pasado 17 de noviembre. Quería saber si sería él quien dirigiera a la Roja en el torneo continental.
Una foto de Luis Enrique y Luis Rubiales / EFE
Un día después, el lunes 18 de noviembre, siempre de acuerdo con la versión de Rubiales, el hasta entonces seleccionador les manda un mensaje diciéndoles que quiere acordar su salida y no ser un impedimento para la vuelta de Luis Enrique. Fue en ese momento cuando el presidente de la Federación volvió a llamar al técnico asturiano para cerrar su regreso.
"El simple comentario de decir que valoro la posibilidad de que vuelva Luis Enrique ha provocado que Robert no quiera seguir", aseguró Luis Rubiales en la rueda de prensa de este martes. Una vez ha hablado la Federación, es el turno del nuevo seleccionador y del antiguo. Solo ellos pueden aclarar esta enrevesada historia.