Se disparan las alarmas en Manchester. Este domingo se jugaba en Anfield una auténtica final, el considerado como el nuevo clásico del fútbol inglés. El City se veía las caras contra el Liverpool de Jurgen Klopp, líderes intratables de la Premier League.
El partido solo tuvo un color hasta mediados del segundo tiempo: el red. Los locales superaron en intensidad y ganas a los cityzens. Parece que esta temporada la liga no se les va a escapar. Se pusieron con un 3-0 en el minuto 51 pero los celestes pudieron marcar el gol del honor en el último cuarto de encuentro.
Sadio Mané celebrando su gol contra el Manchester City / EFE
Fabinho, Salah y Mané decidieron un partido que deja en la clasificación una situación muy cómoda para los vigentes campeones de la Champions League. Se han disputado 12 partidos de liga inglesa y suman 34 puntos, solo han cedido dos. Los de Pep Guardiola son cuartos con 25 puntos, nueve menos que el líder.
Polémica y show de Pep
Si una cosa ha tenido el partido han sido alternativas, ocasiones y polémica. En el minuto 7 ya se vivió una muestra de ello. Alexander-Arnold cometía unas manos dentro de su propia área, pero el colegiado mandaba seguir el juego. La jugada continuó y esta terminó con un auténtico zapatazo de Fabinho que terminaba superando a Claudio Bravo. Primer gol y la polémica estaba servida.
El entrenador de Santpedor reclamó que actuara el VAR pero no se cambió la decisión. Entonces cada acción que sucedía sobre el césped era motivo de discusión entre Jurgen Klopp, Pep Guardiola y el cuarto colegiado. Un show habitual en Inglaterra.
Pep Guardiola quejándose de una acción polémica en el Liverpool-Manchester City / EFE
En el minuto 82 enfureció como pocas veces lo hemos visto. Reclamó dos penaltis dentro del área red. Era la única opción que tenía el equipo para entrar en un partido que se les había complicado. No tuvo suerte. La temporada del Manchester City será muy larga y difícil.
Año complicado
Parece que el catalán no levantará la Premier League por tercera temporada consecutiva. Les separan nueve puntos, pero el Liverpool de Klopp está intratable, no quieren que se les escape la tan deseada Premier League este curso. Celebraron la victoria como lo que era: un paso de gigante contra el rival más complicado.