El Slavia de Praga ha llegado este lunes a Barcelona con la intención de superar al FC Barcelona y protagonizar una de las machadas de la presente edición de la Champions League. El cuadro checho ya demostró en el duelo de hace dos semanas que no se arruga ante nada y que, si el conjunto azulgrana se relaja, puede ponerle en un apuro.
En el choque disputado en el Eden Arena el Barça ganó, pero con mucho sufrimiento. La imagen que dejaron los de Valverde sobre el terreno de juego no fue nada positiva y tras el partido Marc-André Ter Stegen salió visiblemente cabreado a zona mixta, donde explicó que el equipo tenía muchas cosas que mejorar.
Ahora, dos semanas después, el Slavia de Praga tratará de asaltar el Camp Nou. El equipo checo se hospedó en el hotel Juan Carlos I y no tuvo una velada nada sencilla. Su concentración coincidió con la entrega de los premios Princesa de Girona, cuyo acto se realizó en el Palau de Congressos del mismo hotel.
Protestas
Y por lo tanto, coincidió con un nuevo día de protestas en las calles de Barcelona. Y es que desde primera hora de la tarde miles de manifestantes han protestado contra la visita de la Familia Real a la capital catalana. Una concentración convocada por Arran, que solicitaba bloquear los accesos al edificio, bajo el lema Ni Rey ni miedo.
Unas protestas en las que se han vivido algunos momentos de tensión y también se han quemado fotografías de Felipe VI. Una vez acabó la ceremonia, quedaban aún poco más de un centenar de manifestantes alrededor de una hoguera donde había quemados retratos del Rey de España.
Vaya tarde para los jugadores del Slavia de Praga. Si algo necesitan los futbolistas antes de un partido es tranquilidad, serenidad, descanso... y no lo han tenido. Las protestas contra la presencia del Rey Felipe VI en Barcelona han dado una velada para olvidar al cuadro checo.