El conjunto azulgrana encaraba el partido ante el Valladolid en el Camp Nou tras un fin de semana peculiar, en el que debió jugarse un Barça-Madrid que finalmente quedó aplazado. La nueva cita se ha fijado para el 18 de diciembre, pese a que Tebas ha recurrido por desacuerdo con la fecha. No obstante, el clásico terminó por no jugarse el día que tocaba, y el motivo no fue otro que la situación que se vive en Catalunya tras hacerse pública el pasado 14 de octubre la sentencia del procés. Las manifestaciones y protestas en las calles de Barcelona, junto con diversos altercados como la quema de moviliario urbano o las cargas policiales contra manifestantes, hicieron que el partido quedara postergado por temas de seguridad. 

Con todo, el duelo ante el Valladolid se presentaba con la incógnita de cómo respondería la afición azulgrana en el estadio, a sabiendas de que es un escenario donde los temas políticos se expresan de forma habitual. Algunas esteladas repartidas por el Camp Nou, pocas más de las que normalmente pueden verse, pero sí con gran presencia en la Grada d'Animació. Los aficionados que la conforman habitualmente mostraron las banderas durante buena parte del encuentro.

Tras el encuentro, un sector de aficionados añadieron canticos de "prensa española, manipuladora" frente al palco de honor de Bartomeu. Un grupo más de seguidores que dejó a la vista su descontento, tanto con la situación del país, como la actitud del presidente de la Liga en cuanto a la suspensión del clásico, creyéndola una medida excesivamente radical.

Pancartas independentistas 

Por otro lado, y como ya es costumbre, la hinchada culé cantó "llibertat, presos polítics" e "independendia" durante los minutos 17:14 de cada parte, aunque por todo lo demás, la cita transcurrió con total mormalidad. En esos momentos, de hecho, hubo división de opiniones y se escucharon pitos en contra de los cánticos. 

 

Pancartas independentistas en el Barça-Valladolid / CULEMANIA

Pancartas independentistas en el Barça-Valladolid / CULEMANIA

 

La nota de color la pusieron los aficionados de la Grada d'Animació a falta de 10 minutos para el termino del encuentro, cuando abandonaron el estadio en masa como protesta. Según informaba RAC1, la retirada de varias pancartas de caracter político durante el descanso, propició que dichos aficionados se fueran antes de tiempo. Pero no se marcharon a casa, sino a la esplanada que hay frente a tribuna. Allí desplegaron con total libertad las esteladas y cuantas pancartas llevaban consigo a grito de "llibertat", testimonio que recogieron algunas cadenas de televisión españolas. 

Grupos de animación indignados 

En concreto, los grupos de animación Almogàvers y Nostra Ensenya se mostraron muy indignados por el destrozo de algunas pancartas de contenido un poco más hostil. De ahí que dirigiesen sus protestas a la tribuna presidencial y que, incluso, lanzasen un comunicado a través de las redes sociales. 

En clave futbolística y en medio de este caos gubernamental, el Barcelona logró superar a su rival, el Valladolid, con otro festival de goles en casa y sumando tres puntos más que le permiten mantenerse como líder de la tabla.

Está claro que el deporte, por mucho que a veces quiera separarse de los conflictos politicos, es un escaparate a nivel mundial, en el que la gente puede hacer llegar a todas partes sus sensaciones y descontentos. De esta forma todo alcanza otro nivel, pasa a otra dimensión en la que los ciudadanos pueden llevar su voz a cualquier parte. Es por eso que deporte, sobre todo fútbol, y política, irán siemprede la mano, para bien o para mal.