Riqui Puig tiene claro que quiere triunfar en Can Barça. Aunque hizo la pretemporada con el primer equipo tiene que seguir ganándose la confianza de Ernesto Valverde con el filial en Segunda División B. Cada partido que pasa da la cara y asume las responsabilidades del equipo de García Pimienta.
A menudo, su desparpajo le pasa factura. Este domingo ganaron al Sabadell por la mínima (1-0) en un buen partido, pero en los dos anteriores pagó cara su delgado físico. Contra el Orihuela (3-0) le dieron hasta tres patadas en una misma jugada mientras que en Llagostera (1-1), le cazaron por detrás en el tiempo añadido.
Malestar por la sanción
El Barça está molesto con el Comité de Competición por la sanción que se le impuso al jugador del Llagostera, Anselm Pasquina, por la entrada al centrocampista de Matadepera por detrás y sin discreción. El delantero vio la segunda amarilla por la dura acción y se fue camino de los vestuarios.
El organismo sancionador solo impuso un partido de castigo por el expulsado mientras que los azulgranas esperaban alguno más. Aunque el artículo 114.2 explica que se sancionará con dos partidos si “el futbolista no hubiera tenido la posibilidad de disputar el balón”, no consideraron que éste fuera el caso.
Abierto el debate
Estas acciones no pasaron desapercibidas en Can Barça y muchos aficionados se preguntan cuál es el futuro de Riqui Puig. Sobre el verde parece que está preparado para tener algún minuto con el primer equipo y que Segunda División B no lo va a ayudar en nada más.
Desde el Estadi Johan Cruyff muestra un carácter y una personalidad impropia de sus 20 años. Siempre que ha tenido la oportunidad ha demostrado que está preparado para dar el salto. El club tenía en verano tres opciones sobre la mesa -cederlo, el Barça B o el primer equipo- pero de momento se apuesta por el filial.
Riqui Puig jugando contra el Orihuela el pasado fin de semana / FC Barcelona
Se les ofreció el préstamo al Ajax de Ámsterdam, pero los holandeses no aceptaron formar al culé. La secretaría técnica tampoco quería cederlo por cederlo como se hizo con Sergi Samper en el Granada o en Las Palmas. Llegaron ofertas del Villarreal, Leganés y el Betis, pero no se adaptan al estilo culé.
Se queda
En los despachos del Barça se tiene claro que de momento la apuesta para el centrocampista de Matadepera es el segundo equipo y defenderlo lo máximo posible de las agresiones de sus contrincantes. En Primera también pagará la dureza de los rivales -como le pasó en sus inicios a Leo Messi- y tendrá que hacerse más fuerte física y mentalmente.
Riqui Puig también lo tiene claro. “No me iré cedido. Como dice mi padre, fuera del Barça hace frío y de aquí no te puedes ir si no te echan”, explicó hace unos meses. El joven quiere triunfar en el primer equipo y aguantará todo lo que le echen hasta recibir la llamada de Ernesto Valverde.