El Barça lleva unos años intentando encontrarse de nuevo. Después de la marcha de Xavi (2015) e Iniesta (2018), los dos grandes artífices de los años dorados del club blaugrana (tanto a nivel de títulos como de juego), a los culés les está costando encontrar un equilibrio en su estilo.
Pese a que el conjunto entrenado por Ernesto Valverde intenta ser protagonista en cada partido a través del control de balón; y atacar a sus rivales siempre contando con la ayuda del esférico; la realidad es que muchas veces se trata de posesiones estériles, hasta que acaba produciéndose una aceleración en el juego por parte de los jugadores más verticales y, la mayoría de las veces desencadena una pérdida de la posesión del balón.
Porque, en definitiva, el Barça esta temporada carece de la paciencia y de los movimientos necesarios por parte de todos los jugadores para poder desarrollar a la perfección este estilo de juego.
Algo de lo que iban sobrados cuando Xavi e Iniesta organizaban los ataques del equipo. En ese sentido, tanto el catalán como el manchego eran expertos en gestionar perfectamente los tempos del partido; en ralentizar o pausar el juego cuando fuese necesario; en definitiva, en pensar cada movimiento y tener paciencia a la hora de construir cada posesión. Además, cuando uno de ellos tenía el balón, sus compañeros automáticamente ya sabían qué acciones tenían que hacer para poder continuar con la jugada. Una característica de la que no dispone todavía el equipo entrenado por Ernesto Valverde.
De Jong y Arthur para volver a la gloria
Aunque con la llegada de De Jong y Arthur al centro del campo, el conjunto catalán parece haber encontrado los argumentos necesarios para volver a apostar de forma manifiesta por el fútbol de control y paciencia; la realidad es que ambos jugadores, pese a la gran calidad técnica que atesoran, todavía son muy jóvenes y están faltos de experiencia en muchas situaciones de partido.
De Jong y Arthur agradeciendo el apoyo de la afición / FC Barcelona
Porque el papel que tienen tanto el holandés como el brasileño no es fácil. Soportar la presión que acarrea ser los sustitutos de dos jugadores que marcaron historia en el Camp Nou, y ser líderes de un estilo de juego que requiere de unos engranajes y de un perfil de compañeros muy concreto, lleva tiempo. Por suerte, su juventud junto a la relevancia y la adaptación que ya han conseguido en el equipo les deja todavía mucho tiempo por delante para perfeccionar esta manera de jugar al fútbol.
Xavi, el futuro del Barça (pero desde el banquillo)
Xavi se retiró la temporada pasada de los terrenos de juegos para iniciar su andadura en los banquillos. Actualmente es el primer entrenador del Al-Sadd, pero su gran objetivo es sentarse algún día en el banquillo del Camp Nou, tal y como él mismo ha comentado en reiteradas ocasiones. El líder en el campo en su momento del mejor Barça de la historia podría volver algún día a casa para trabajar en recuperar de nuevo el estilo que hizo del conjunto culé un equipo temible.
Xavi Hernández en un partido de pretemporada en Catalunya / EFE
Por su parte, Andrés Iniesta continua su aventura en tierras japonesas como capitán del Vissel Kobe. El manchego también ha comentado en alguna ocasión que no le importaría ocupar un puesto en el Barça en un futuro próximo. Así que el tiempo dirá si finalmente, Xavi e Iniesta vuelven algún día al Camp Nou a trabajar desde los despachos con la misma paciencia y acierto que tuvieron en su día jugando des del césped.