Tras dejar Barcelona a finales del año 2014 en busca de nuevas y mejores oportunidades, Alexis Sánchez no ha vivido unos años fáciles. Tras unas buenas temporadas en Londres vistiendo la camiseta del Arsenal, donde anotó 80 goles en 166 partidos, el chileno decidió fichar por el Manchester United y pasar así a ser el jugador mejor pagado de la Premier League. Una decisión que seguramente, a nivel económico fue muy positiva para él, pero a nivel deportivo no tanto.
Y es que las lesiones nunca dejaron despuntar a Alexis con los red devils, con los que solamente llegó a jugar 45 partidos. Una etapa negra del chileno con el equipo de Manchester, y que acabó de la peor manera para él: marchándose por la puerta de atrás y con un cartel mucho más bajo con el llegó.
Aún así, un renovado Inter de Milán entrenado por Antonio Conte surgió este verano como una nueva gran oportunidad para Alexis. Una ocasión que el chileno no quería dejar escapar.
Vuelve la mala suerte en forma de lesión
Tras un inicio dubitativo, poco a poco Alexis empezó a coger importancia en el equipo italiano. Un Inter de Milán que parece que ha vuelto por la puerta grande de la mano de Conte, y que se sitúa en la segunda posición a solo un punto de la Juventus de Turín. Pero cuando más confianza presentaba en sus partidos el jugador chileno, la mala suerte se volvió a cebar con él.
Alexis Sánchez jugando con el Inter de Milán / EFE
El pasado lunes en el encuentro que disputó con su selección ante Colombia, Alexis Sánchez volvió a caer lesionado de gravedad. Según el parte de la Roja, el delantero sufrió una “luxación de tendones peroneos de tobillo izquierdo con compromiso retináculo". Una luxación por la que el chileno finalmente tuvo que pasar por el quirófano, y que le dejará cerca de tres meses fuera de los terrenos de juego.
Entre otros partidos, Alexis se perderá el partido de vuelta de Champions ante su ex equipo, el Barça, en San Siro. Un duelo que podría ser decisivo de cara a la clasificación para octavos tanto de italianos como de catalanes.