El proceso de integración al Barça cuando provienes de otro país no es fácil. Y todavía se vuelve mucho más difícil si naciste en un país a más de 10.000 kilómetros; con un idioma, una cultura y unas costumbres totalmente dispares a las del club y la ciudad catalana. Y sino, que se lo digan a Hiroke Abe.
El futbolista japonés de solo 21 años fue uno de los fichajes más exóticos de este verano. Procedente del Kashima Antlers, histórico club de la J-League, que es líder a falta de seis partidos y donde era la estrella; ahora el jugador nipón lucha por ganarse un sitio en el filial del Barça.
Así, Abe decidió sacrificarse de cara a poder mejorar su rendimiento y su puesto en el club, y renunció a ir con la selección japonesa Sub-21, con la que se está jugando una plaza en la plantilla anfitriona para disputar los próximos Juegos Olímpicos, para continuar su adaptación a Barcelona. Hiroki no quiso volver a desaparecer dos semanas y romper su proceso de integración como ya pasó en septiembre.
Adaptación a la cultura catalana
Según publica Mundo Deportivo, el jugador nipón está sorprendiendo a los técnicos por su calidad técnica, pero sus compañeros admiten que necesita todavía tiempo para integrarse. Un hecho en el que Abe está dedicando todos sus esfuerzos para superar. Su principal hándicap es el idioma, ya que no está pudiendo relacionarse con sus compañeros y miembros del staff. y por eso el japonés está haciendo doble sesión diaria de clases de español. En La Masia por la mañana y posteriormente por la tarde acude a más clases que ha contratado por su cuenta.
Hiroki Abe está luchando contra un proceso difícil y que requiere de cierto tiempo. Pero seguro que el disfrutar del fútbol en el mejor equipo del mundo le ayuda a seguir hasta conseguirlo.