Ernesto Valverde vive constantemente cuestionado por algunas esferas del barcelonismo. El Barça ha perdido parte de su jugo vistoso, así como aquellos jugadores que le daban vida, pero los dos tropiezos consecutivos en Champions --ambos de una vergüenza inolvidable-- le han condenado para muchos.
Esta será su tercera temporada en el banquillo del Camp Nou. Nuevas caras, mejor plantilla, pero mucho por demostrar. Europa es la asignatura pendiente y con una plantilla de 21 jugadores todos serán importantes. Algo que no ocurrió el pasado curso, y que ha llevado a recuperar algunas de las declaraciones más polémicas que realizó el Valverde jugador.
El Txingurri militó en el Camp Nou durante dos temporadas (1988-1990), pero nunca llegó a triunfar de azulgrana. Por aquel entonces, dirigía el banquillo Johan Cruyff, creador del mejor juego de la entidad y legado del club. Un jugador de unas cualidades excepcionales pero que nunca tuvo la confianza del club. Una situación que llegó a tal límite que Valverde no escondía su malestar ante los medios.
"Si las cosas van bien, espero que tarde o temprano termine jugando, y sino es su problema ya jugaré en otro sitio", espetó en una ocasión haciendo referencia a Cruyff y a sus suplencias. Declaraciones que fueron subiendo de tono. Cuestionado porque todo el mundo quería que jugara, contestó: "Todos menos mi entrenador, me gustaría que todos dijeran que no jugase, menos mi entrenador, porque entonces jugaría siempre" o ""Tiene confianza en otra gente antes que en mí".
Salida
Con la elástica azulgrana ganó una Copa del Rey y una Recopa de Europa, pero acabó saliendo al Athletic Club, entidad donde si construyó su leyenda. Cruyff nunca contó con él, pero muchos ahora comparan sus declaraciones con decisiones similares que ha tomado durante su carrera como técnico en el Barça. Casos claros como el de Malcom la temporada pasada --que nunca fue una opción para el técnico extremeño-- o este curso con Carles Aleñá, a quien ha relegado a la grada jornada tras jornada.
Valverde nunca escondió su descontento con el técnico holandés, pero pese a su mala relación profesional, el Txingurri si obtuvo el reconocimiento posterior de Cruyff. Antes de fallecer, explicó que el que fuera delantero azulgrana le sorprendió no solo su inteligencia en el campo sino también la pasión que sentía por el fútbol y sus inquietudes por aprender. El holandés revolucionó al Barça cuando aterrizó en el banquillo del equipo blaugrana y contagió su particular filosofía de ver el fútbol a sus pupilos.
Cruyff y Valverde coincidieron en el banquillo del Barça / ARCHIVO
Asimismo, en un párrafo del libro Mis futbolistas y yo, del periodista Miguel Rico, Cruyff explicó cómo fue el paso de Valverde por el Barça en su etapa como jugador. "Valverde a quien le tengo una gran consideración como persona y futbolista, nunca llegó a jugar relajado. Él mismo se ponía el freno y fue, justo cuando ya estaba traspasado al Athletic, cuando ya sereno empezó a dar lo mejor de sí mismo. A mí me gustaba, tenía buena velocidad, buen remate y sabía dar el balón. Un pasador preciso que facilita goles y sabe llegar para marcarlos. No tuvo suerte con nosotros y lo lamento porque tenía cualidades".
Ahora, son capítulos olvidados, pero Valverde parece haber heredado algunas características del Cruyff más severo.