Nuevo capítulo y nuevo punto de vista de otro de los componentes más importantes y directamente relacionadas con el rendimiento y el bienestar de los futbolistas del FC Barcelona. El club catalán ha iniciado una serie documental --con episodios de diez minutos de duración-- para dar visibilidad a los profesionales que se esconden detrás de los cracks que acaparan los focos en el verde.
Esta vez, y tras presentar a los dietistas y preparadores físicos del club, ha sido el turno de los encargados del material en el capítulo tres de la saga "The Pros behing the Pros", bajo el título Vestidos para el éxito. Un episodio pone rostro y da voz a a experiencia y a trabajo que ejercen en primera línea Jordi Duran, Gabri Galán y José Antonio Ibarz, los tres encargados del material que utiliza durante toda la temporada el primer equipo.
Una tarea aparentemente secundaria, pero que tiene una gran relevancia para los jugadores. Cada prenda está específicamente diseñada y personalizada para cada jugador, algo a lo que se suma las manías y rituales de los futbolistas, así como otros accesorios y el principal y más importante: las botas.
Trabajo exhaustivo
Su tarea pasa desapercibida, pero es una de las cuestiones de más importantes para los futbolistas. Su misión principal, como ellos mismos cuentan, es que "los jugadores tengan todo al abasto, que no tengan que pedir nada". Ellos están a cargo de todo el equipamiento que los futbolistas necesitan. Desde la ropa de entrenamiento, personalizada para cada jugador --el kit de juego, el de entrenamiento, las botas o las espinilleras-- algo que parece sencillo pero que se complica cuando se debe acoplar a las manías y rituales de cada jugador, explican.
"Nosotros llegamos a las 8 de la mañana y preparamos todo en el vestuario. Esa es la hora en pretemporada, luego nos adaptamos a los horarios que el cuerpo técnico decide" y añaden: "Nos encargamos de toda la ropa que necesitan. Tienen unas estanterías con sus nombres y cada jugador coge el kit que le pertenece antes de entrenar".
"La ropa es lo primero que cogen, pero en el entrenamiento también tenemos responsabilidades. Comprobamos que las pelotas estén bien hinchadas, los conos, las vallas, todo lo que haga falta y que necesite el entrenador es nuestra responsabilidad" relatan.
"Cuando acaban de entrenar recogemos toda la ropa, la llevamos a lavandería y nos la traen otra vez y vuelta a empezar. La planchamos la organizamos para el día siguiente".
Las botas, un rompecabezas
Mientras la ropa de entrenamiento y partido tiene un duro trabajo, pero más asequible, los tres utilleros del club catalán explican una de las facetas más exigentes de su trabajo: las botas. Una cuestión que se debe respetar al máximo por patrocinadores y que además cuenta con un seguimiento específico.
"Cada jugador tiene cuatro pares disponibles no solo en los partidos sino en los entrenamientos, de esos pares dos son de taco y otros dos de goma, y claro 25 jugadores pues dan 100 botas". Con el uso las botas, que son la herramienta más importante e imprescindible para los futbolistas, sufren daños por lo que "tenemos unas máquinas para que las botas se ensanchen o se estrechen más según ellos quieran o para cambiar piezas que se han encogido".
Un trato sumamente cuidadoso que los jugadores eligen previamente. "Les damos las botas y ellos nos dicen cuales quieren para entrenar y cuales para el partido". Su responsabilidad es "alargar la vida del calzad. Si son de cuero les ponemos grasa para que no se queden rígidas y adaptamos el trato según el material".
La pretemporada, doble carga de trabajo
Los tres se encargan del material completo durante toda la temporada, pero reconocen que el volumen aumenta considerablemente en pretemporada. Viajan con más de 500 kilos en material durante las giras y tienen que tener todo preparado para dobles sesiones lejos de la Ciutat Esportiva Joan Gamper. "En pretemproada no llevamos sudaderas porque no suele hacer frío, pero tenemos que estar preparados. Nunca sabes lo que cada jugador puede pedirte, quizas uno tiene frío y otro calor".
Algo que se suma al material del resto del cuerpo técnico. "Cargamos material para las 50 personas que viajamos que también necesitan ropa y hay dobles sesiones que durante la temporada solo es una". Uno de los días más especiales, según cuentan, es el Gamper. El día en que el equipo se presenta al club y a los aficionados en su primer partido inauguaral. Los encargados del material trabajan de noche para que todo esté listo para el partido.
Y al final, tantas horas juntos acaban entablando relaciones personales con los jugadores. Una faceta consecuencia de su profesión que destacan es "excelente con todos ellos". "Siempre te llevas mejor con alguno que otro, pero pasamos tantas horas juntos que al final hay que marcar un límite, nosotros somos encargados de material y ellos futbolistas", sostienen.
Ellos son la cara invisible del mejor rendimiento deporitvo y también de la tranqulidad de los futbolistas a quien ceden su confianza ciega en la ropa y las botas, algo extremadamente importante para todos ellos.