Philippe Coutinho ha recuperado, sin duda, la felicidad en el Bayern de Munich. Tanto en el terreno de juego, donde se ha convertido en un indiscutible y ha recuperado su mejor fútbol, como fuera de éste. Pese a la derrota cosechada ante el Hoffenheim este sábado por 1-2, la plantilla bávara pudo desconectar de la inmediatez del fútbol para acercar posturas fuera del verde.
La plantilla al completo gozó de una buena tarde en la habitual Fiesta de la cerveza que se celebra en Munich donde estuvieron en la carpa Käfer Wiesn-Schänke. Una fiesta a la que no faltó Coutinho y que disfrutó por primera vez de la fiesta alemana en su primer año en la competición de la Bundesliga.
Adaptado
El carioca se ha adaptado rápidamente al juego, de menos a más en cada encuentro, y también en el vestuario. Su adaptación social es total y pudo disfrutar de una jornada con sus nuevos compañeros vestido con los trajes típicos alemanes y sometiéndose a las primeras fotografias ante los medios de comunicación.
Sonriente cerveza en mano en la Oktoberfest junto a los aficionados que se dieron cita en la carpa. Una primera fiesta para celebrar su llegada a Alemania pese a vivir una derrota difícil en Liga ante un rival aparentemente menor. Coutinho es feliz y en Barcelona solo piensan en que el Bayern ejecute la opción de compra de 120 millones de euros.