Era un fichaje que no se podía escapar y pese a la infinidad de pretendientes y distintas ofertas económicas que tuvo sobre la mesa, Frenkie de Jong eligió el Camp Nou como su nuevo hogar. Una temporada de ensueño en el Ajax le abrió las puertas de par en par de la capital catalana.
Un puesto que desde que se fueron Xavi y Andrés Iniesta nunca ha vuelto a tener la misma magia, y una apuesta de futuro junto a Arthur, otra de las revelaciones de la temporada pasada. Dos futoblistas llamados a marcar diferencias en el futuro del club catalán. Su fichaje se concretó en el mes de enero . 86 millones de euros, entre fijos y variables, y el futuro del fútbol europeo vestido de azulgrana.
Un fichaje que, meses después, ya ha hecho valer su precio. Se ha convertido en un indiscutible de Ernesto Valverde aunque él mismo reconoce no haber alcanzado su mejor versión en el Barça. Tiene enamorado al barcelonismo, y es la representación perfecta de esa eterna conexión entre el fútbol holandés, el Barça y Johan Cruyff.
No todo fueron sonrisas
Fichaje cerrado, firmas estampadas y sonrisa para posar con la camiseta del Barça. Pero no todo fueron buenos momentos. La presión y la posibilidad de que recalara en otro club obligó a la entidad catalana a pujar por el jugador hasta llegar a un precio irrechazable y la presión de tantas semanas de negociación acabó por derrumbar de felicidad a Pep Segura.
Pep Segura, Bartomeu, Óscar Grau (Barça) y De Jong en la firma del acuerdo / TWITTER
El exdirector deportivo del club azulgrana fue uno de los hombres que viajó a Holanda junto a Josep Maria Bartomeu para cerrar el fichaje del centrocampista. Pero hasta ahora solo se conocían los entresijos de una negociación que acaparó los focos por los términos económicos que se manejaron. Esta vez, ha sido Hasan Cetinkaya, uno de los agentes de Frenkie de Jong, quien reveló una de las anécdotas ocurridas durante el fichaje del 21 azulgrana.
Máxima tensión
"Hubo un verdadero enfrentamiento, con Paris Saint-Germain, Manchester City y Juventus intentado casi cualquier cosa para conseguir a Frenkie, pero el Barcelona siempre fue su primera opción, su fútbol está en su ADN” explicó el agente. Una guerra que acabó con lágrimas una vez estuvo todo cerrado.
Cetinkaya añadió: "Hubo mucha presión sobre la dirección deportiva para que el acuerdo tuviera éxito, y realmente querían protegerse. Pep Segura comenzó a llorar cuando se firmaron los documentos. Cuando vi eso, también me conmovió y me cayó una lágrima, y es muy raro que llore. Hubo abrazos, champagne y después de mí, Ali Durson, Frenkie y toda su familia fueron a cenar a un restaurante muy elegante en las montañas de Barcelona".
Unas lágrimas que explican la presión a la que estuvieron sometidos los representantes del club en uno de los fichajes prioritarios de la entidad azulgrana y que de no llegar a Barcelona hubiera supuesto un fracaso y un importante varapalo para los planes de futuro del club. Lágrimas que en un futuro esperan ser sonrisas.