El FC Barcelona es una de las mayores entidades de Catalunya. Su magnitud provoca que, muchas veces, instituciones del ámbito social y/o político traten de presionar al club para que se posicione. Una tendencia que se ha incrementado en los últimos años debido a la situación política que atraviesa Catalunya.
Una de las últimas organizaciones que ha pedido al Barça que se moje en cuestiones políticas ha sido Més que un llaç. Una plataforma independentista que pretende insertar el lazo amarillo en el club para que éste muestre su "apoyo a los presos, exiliados y todos los represaliados de la causa general por el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre". La campaña de la entidad señala que "va más allá de posicionamientos políticos concretos" y pretende "proteger y fomentar la defensa de la democracia y los derechos humanos".
Rechazado
Més que un llaç quiere que el lazo amarillo sea incluido delante y detrás del eslogan Més que un club de las butacas de la segunda gradería del Camp Nou, en las ruedas de prensa, en los perfiles de las redes sociales y en los marcadores electrónicos, tanto del Estadi como del Palau Blaugrana.
El lazo amarillo que una parte de la grada de animación exhibió en el Camp Nou / CULEMANIA
Este lunes, poco después que Víctor Font presentara las firmas necesarias para que en la Asamblea de Compromisarios se vote la introducción del voto electrónico en las siguientes elecciones, representantes de la mencionada plataforma llevaron al Camp Nou 5.114 firmas para que el próximo domingo, también en la Asamblea, se incluyera la aprobación de la convocatoria de un referéndum donde los socios votaran a favor o en contra de la iniciativa.
El FC Barcelona rechazó la mayoría de las rúbricas por defecto de forma. De las 5.114 firmas presentadas, solo se aceptaron 495 y se necesitaban 3.253. Algo que se debe al hecho de que la mayoría de los apoyos a la plataforma se habían realizado a través de una página web y no tenían firma física.
Peligroso
Pese a este 'no', es probable que la plataforma lo vuelva a intentar, sobre todo teniendo en cuenta que contaban con la cantidad requerida, aunque no de la forma que se pedía. En caso que finalmente se acabara aceptando, el simple hecho de realizar la votación implicaría el riesgo de dividir el club en dos.
Esteladas y rojigualdas conviven con armonía en el Camp Nou /EFE
El FC Barcelona es una entidad deportiva que va más allá de una u otra ideología y esta diferencia de pareceres es algo que forma parte de la diversidad del barcelonismo. En caso de realizar una votación, no solo se generaría una fuerte división con algo totalmente alejado del deporte, sino que también implicaría manchar de política la imagen de un club deportivo.
Cuesta no hacerlo, más en caso de un club tan grande como el FC Barcelona, pero lo óptimo es tratar de evitar la mezcla de deporte y política. No haría ningún bien al Barça y a su imagen decantarse hacia un bando, fuera cual fuera este.