El mundo de fútbol da infinitas vueltas. Mientras Philippe Coutinho brilla en Alemania, el Barça sigue buscando su buen momento. Los culés todavía no han brillado en juego con cierta regularidad. Ernesto Valverde no encuentra un encaje entre los fichajes y los jugadores intocables.
El centrocampista brasileño salió del Camp Nou este verano al Bayern de Múnich como cedido. Su llegada fue muy bien recibida por Niko Kovac, entrenador de los germanos, y Robert Lewandowski, líder del equipo. Ya es titular y parece que olvidó por completo el año y medio en Barcelona.
Líder y goleador
Philippe Coutinho se estrenó en partido oficial contra el Koln (4-0). Con el coloso alemán se ubica de media punta y goza de la libertad de movimientos que no tuvo como azulgrana. En los primeros minutos dio una asistencia de gol y en la segunda parte marcó el tercer tanto desde los once metros.
Con este gol, el brasileño suma un récord en su palmarés. Es uno de los pocos jugadores -cinco en este siglo- que pueden decir que han marcado en las cuatro grandes ligas: Bundesliga -Bayern-, Serie A -Inter de Milán-, la Liga -Barça y Espanyol- y la Premier League -Liverpool-.
Recupera la sonrisa
Parece que la salida a Alemania le ha sentado mejor al centrocampista que al Barça. Es titular en un grande y vuelve a marcar las diferencias. Los azulgranas, en cambio, siguen sin sacar buenos resultados. Excepto momentos puntuales en el Camp Nou, el juego tampoco ha convencido.
¿Qué provocó que Cou no triunfara?, se preguntan los aficionados. Su desparpajo mostrado en Liverpool le hacía encajar a priori a la perfección en los culés. Pero no fue así, pasó con más pena que gloria hasta que tuvo que salir cedido. Llegó con la etiqueta de ser el sustituto de Iniesta pero acabo siendo un extremo encorsetado.
Valverde y Philippe Coutinho en un encuentro del Barça / EFE
También se puede achicar esa falta de éxito a la presión de los aficionados y los medios. Se esperaba mucho de él y terminó decepcionando. Nunca tuvo buena relación con el público y tampoco con el vestuario. Con Messi y Suárez, sus compañeros de delantera, no hubo un feeling especial.
El gran temor del Camp Nou es que este fenómeno -ya visto en André Gomes y Paco Alcácer- se repita con Antoine Griezmann. El francés se tiene que adaptar al estilo Barça pero no se lo pondrán nada fácil. En el último encuentro jugó pegado a la banda izquierda sin apenas generar peligro. La pregunta ahora es: ¿Se repetirá o no el caso de Coutinho?