Neymar Jr. regresó por la puerta grande, pero envuelto en polémica y no solo en el aspecto deportivo. Marcó el gol de la victoria en el minuto 92 con una descomunal chilena para levantar al Parque de los Príncipes y acallar a los mismos que le recriminaron su actitud durante 90 minutos.
Pero mucho antes de reivindicarse ante la que a partir de ahora será la afición rival --pese a que celebre sus goles-- el carioca fue objeto de constantes insultos y reproches desde la grada. Fue protagonista paralelo de las tres primeras jornadas de Liga cuando su futuro no estaba concretado y lo volvió a ser en su regreso.
La afición francesa expresó su opinión públicamente sobre el jugador brasileño. Ni olvido, ni perdón para lo que consideran un mercenario. Tras lesionarse la temporada pasada y vivir un verano movidito, donde estuvo a punto de abandonar la capital francesa para regresar al Camp Nou, la hinchada del PSG pudo ver de nuevo al carioca en acción para celebrar una victoria pero con una tensión nunca antes vista.
Del principio hasta... el gol
Por primera vez en cuatro meses, Neymar volvía a vestirse la camiseta del PSG y empezó el show particular de los ultras. Salió su nombre en la alineación y empezaron los abucheos y los insultos que se prolongaron durante todo el encuentro. Cada vez que entraba en contacto con el balón la hostilidad se apoderaba del estadio. Silbidos e insultos para un jugador que ya nadie quiere.
Conformó el ataque parisino junto a Coupo Moting, Di Maria y Sarabia y los insultos que se dieron en las primeras jornadas subieron de tono: ¡Neymar, hijo de puta", acompañados de pancartas: " "Señor Neymar (padre), venda a su hijo a Vilamimosa".
Un ambiente tan hostil que llevó al futbolista a expresarse como nunca antes en zona mixta tras finalizar el encuentro. "Estoy acostumbrado a ser abucheado a lo largo de mi carrera. Esta vez, jugaré cada partido como si estuviéramos lejos de casa ... Todos sabían que quería irme. Lo dije y lo repetí. No quiero entrar en detalles de lo que pasó en las negociaciones. Cada uno sabe lo que hizo durante este periodo. Se pasa la página".
Aunque antes de finalizar sus declaraciones, tampoco ayudó a rebajar la tensión. Orgulloso de su gol y la victoria espetó: "No tengo nada en contra de ellos (aludiendo a los aficionados) pero los mismos que me silban son los que celebran mis goles".