Riqui Puig es una de las firmes ilusiones del barcelonismo. Irrumpió la temporada pasada en el filial, con distintas apariciones en el primer equipo en el tramo final del campeonato, y esta pretemporada por fin se consolidó bajo las órdenes de Ernesto Valverde.
Fue de lo más destacado de la pretemporada y presentó, por enésima vez, sus credenciales para liderar la medular del primer equipo en el futuro, pero también en el presente. Titularísimo en pretemporada, el canterano se quedó sin disputar un solo minuto en el último choque amistoso ante el Nápoles y desde entonces solo se le ha visto en los entrenamientos del primer equipo.
Una práctica habitual la temporada pasada que se repetirá este curso, pero con algunos cambios. Puig liderará la medular del filial junto a otros jugadores con galones como Collado, Chumi, Abel Ruiz o Araujo. Con un año más de experiencia en la categoría y con una misión clara: ascender a Segunda División.
Los inconvenientes
El canterano azulgrana siempre ha tenido claro que su sitio está en el Barça y atenderá de buen gusto, al menos de momento, las exigencias que le presente el club. De momento, su papel estará relegado al filial, aunque con matices. Como pudo saber Culemanía, el centrocampista tuvo serias ofertas para abandonar el club catalán este verano, entre ellas el Utrecht, pero tanto la entidad como el futbolista se negaron.
Es una pieza vital del esquema de García Pimienta y además, se le prometió tener protagonismo en el primer equipo. Un protagonismo que ahora ha recaído en los delanteros de La Masía dadas las bajas. "Esta vez le ha tocado a Ansu Fati por un tema de bajas en la delantera, igual que a Carles Pérez, pero Riqui y otros jugadores del filial también tendrá su oportunidad", explicaron fuentes del club a este medio.
El problema
Pero pese a las promesas, existen otros inconvenientes a tener en cuenta. El lunes pasado se cerró el mercado de fichajes con dos lecturas claras: hay un overbooking excesivo de centrocampistas y un déficit de delanteros en el primer equipo. Asimismo, parece que Frenkie de Jong y Sergio Busquets serán indiscutibles en el esquema del Txingurri y a esta situación se suma el cambio en algunas competiciones. La Copa del Rey, por ejemplo, se jugará a partido único hasta semifinales. Una competición donde los canteranos tomaban protagonismo en los choques ante rivales, a priori, inferiores.
La realidad es que hasta siete jugadores lucharán por tres posiciones. De Jong, Busquets, Rakitic, Arthur, Arturo Vidal, Sergi Roberto y Aleñá. Una lucha constante en la que deberá colarse el de Matadepera y que supone un tapón para su proyección deportiva. Los números reflejan mejores estadísticas que jugadores con ficha del primer equipo y Valverde deberá elegir y cumplir las promesas que hicieron al futbolista Planes y Abidal.