El inicio de curso no le he ha ido nada mal a la cantera del Barça. Las lesiones de Dembelé, Messi y Luis Suárez provocaron que Ernesto Valverde tuviera que buscar en el filial jugadores para completar la delantera. Uno de los que gozó de oportunidades y rindió bien es Carles Pérez.
El extremo de Granollers ya fue uno de los protagonistas de la gira asiática de este verano. Marcó dos tantos contra el Vissel Kobe y se posicionó por delante de sus otros compañeros del filial como quinto delantero del primer equipo. Su protagonismo continuó en los tres partidos de la Liga.
Una foto de Carles Pérez celebrando su gol ante el Betis / EFE
Disputó 14 minutos en San Mamés como revulsivo y fue titular contra el Real Betis -con gol incluido- y en el Sadar, donde dio dos asistencias. Por rendimiento, es uno de los mejores jugadores de lo que llevamos de curso. Hasta que no se recupere el tridente del curso pasado, formará parte del primer equipo.
Trabajo y sacrificio
El catalán de 21 años es un ejemplo de lo que debe ser La Masía. Culé desde bien pequeño fue quemando etapas en el filial a base de mucho trabajo y gran carácter. Nunca renuncia al ataque y el atrevimiento que muestra -tanto en el filial como en el Camp Nou- es muy destacable.
El Barça apuesta por él pero Carles Pérez también lo hace por el club de su vida. Este verano le llegaron varias ofertas de primer nivel para salir de Barcelona y probar suerte en la élite. Finalmente, decidió quedarse con ficha del filial e intentar convencer a Ernesto Valverde desde el Estadi Johan Cruyff.
Pedro o Bojan
A pesar de la irrupción de Ansu Fati, su rendimiento no pasa desapercibido. Muchos le apodan “el nuevo Pedro” por su carácter, su atrevimiento y su buena relación con el gol. Algunos le auguran un buen futuro, como el que tuvo el canterano ahora en las filas del Chelsea.
Pedro Rodríguez celebra un gol con el Barça / EFE
Entre los aficionados también hay el temor que el buen rendimiento de Pérez sea algo pasajero, cosa que recuerda a Bojan Krkic. Dio el saltó muy joven -a los 16 años- y su carrera fue cayendo en picado. El catalán, ahora en Canadá, ya avisó recientemente a los jóvenes del filial con un “nada es para siempre”.
De momento, el extremo sigue entrenando en los planes de el Txingurri. Su buen rendimiento le coloca como el quinto delantero de la plantilla -tras la salida de Malcom, Coutinho y Rafinha-. Ahora solo falta ver si la confianza de la que ha gozado hasta ahora tendrá continuidad o volverá a con el Barça B.