Philippe Coutinho vuelve a disfrutar del fútbol. Tras una temporada y media en Barcelona donde le pudo la presión, ahora goza de la oportunidad de recuperar su buen nivel en el Bayern de Múnich. El 19 de agosto, catalanes y bávaros cerraban la cesión del brasileño por ocho millones de euros.
El ex de Liverpool y Barça es el nueve 10 del Allianz Arena. Pocos días después de su llegada, ya es clave para Niko Kovac. Debutó en partido oficial contra el Schalke 04 (0-3) y salió de titular contra el Mainz 05 (6-1) este fin de semana con remonada incluída. El coloso se vio sorprendido por un temprano gol de los visitantes. La reacción fue inminente y giraron el resultado con una goleada.
Coutinho en un partido con el Bayern de Múnich / EFE
En Alemania, Coutinho tiene la libertad de la que no gozaba en el Camp Nou. Actúa de media punta con libertad de movimientos, con un delantero referencia y dos extremos puros. Esta goleada ha servido para demostrar el buen estado de los dos últimos refuerzos de los alemanes: Cou e Ivan Perisic.
Gol y cerveza
El brasileño parece completamente integrado en un conjunto ganador con grandes opciones de hacer un buen papel en la Champions League. Recientemente, participó junto a sus compañeros en la presentación del equipo con cerveza en mano como marca la tradición.
También vio portería en un amistoso contra el Vishofen (13-1) anotando el segundo tanto. Al brasileño le bastaron dos partidos -uno oficial y otro de preparación- para convencer a Kovac para ser titular indiscutible. De momento, parece que el brasileño ha elegido bien.
Querido desde el primer minuto
Philippe Coutinho ya tiene etiqueta de estrella a las dos semanas de llegar a Múnich. Su entrenador, Niko Kovac, explicó públicamente que “estoy extremadamente satisfecho con Coutinho. Estoy convencido que puede ayudarnos mucho”.
Dentro del vestuario también ha entrado con fuerza. Robert Lewandowski, líder del equipo, pidió fichajes y le trajeron a Cou. Sobre su compañero explicó que “creo que Coutinho piensa más en asistir que en marcar y eso no es nada malo para un delantero. Con él somos más imprevisibles y eso nos hace más peligrosos”.