Gerard Piqué está en el centro de la polémica. El FC Andorra, club del que es propietario a través de la empresa Kosmos, logró el pasado lunes el ascenso a Segunda División B tras abonar los 452.022 euros que solicitaba la Real Federación Española de Fútbol para ocupar la plaza que dejó vacante el Reus. De esta forma, el cuadro del Principado consiguió dos ascensos en tan solo dos meses.

Esta decisión ha generado mucha controversia. El equipo presidido por el central fue uno de los nueve conjuntos que presentó su solicitud para ascender y una de las dos entidades que depositó la mencionada cantidad. La otra, el Intercity alicantino, felicitó al FC Andorra por la adjudicación de la plaza y le deseó "el mayor de los éxitos en su participación en la categoría de bronce del fútbol español".

Otro de los equipos que se quedó sin subir debido a la promoción del cuadro del Principado fue el Zamora, que el pasado curso quedó el primero de su grupo de Tercera. El representante del consejo directivo de la entidad castellanoleonesa, Alfredo Ruiz, explicó que "no voy a hablar de si se han visto beneficiados por el hecho de que Piqué sea su presidente. Según la reglamentación, que puede ser mejorable, el Andorra tiene unos derechos que nosotros no tenemos".

Denuncia

La decisión no ha sido tan bien aceptada en L'Hospitalet. El club catalán, que contaba con la misma ventaja territorial que el equipo de Piqué (pertenecer al grupo de Tercera División del Reus), se ha mostrado muy crítico con la adjudicación de la plaza al Andorra. Este martes, en declaraciones al programa Jugones, su presidente, Santiago Ballesté, apuntó que "ya dijimos que la plaza estaba encaminada hacia el Andorra. Conocemos la amistad del presidente del Andorra con Rubiales".

L'Hospitalet no se ha quedado ahí, y este martes emitió un duro comunicado donde lamentaba "profundamente la decisión de la RFEF de adjudicación de la plaza vacante a Segunda División B, que la consideramos del todo injusta". La entidad, además, anunció que "interpondremos un recurso ante el CSD y denunciaremos esta situación que va en contra del espíritu deportivo".

El club catalán concluyó el comunicado agradeciendo "las muestras de apoyo recibidas por los equipos catalanes y del resto del Estado, así como de los numerosos aficionados y aficionadas del mundo del fútbol".

Como era evidente desde un primer momento, el hecho de que la RFEF pusiera como requisito para lograr la plaza de Segunda División B el abono de 452.022 euros no ha gustado entre los clubes más modestos. Unos, como el Zamora, se lo han tomado con más tranquilidad. Otros, como L'Hospitalet, están dispuestos a llegar al fondo de la cuestión. Nuevo lío para Gerard Piqué.