La Masía no vive su mejor momento y ya se ha señalado a José Mari Bakero como uno de los responsables. Llegó al Barça en 2017 con el objetivo de ocupar el cargo junto Guillermo Amor de director del fútbol formativo profesional de las categorías juveniles A y B y del filial. Este cargo lo ocupaba hasta la fecha otro de los cuestionados, Pep Segura, que pasaba a ser el nuevo mánager general.
El miembro del Dream Team ha dejado bastante que desear en sus dos años primero años al mando. Aunque aparece en todas las firmas del filial, su aportación genera dudas. Desde que él está, solo Carles Aleñá ha dado el salto del Miniestadi al Camp Nou y parece que el club está dejando atrás esa filosofía que hizo de la Masía uno de los mejores centros de formación para los jóvenes futbolistas.
Si la gestión ya no era buena, este martes saltó una noticia que no le deja nada bien. El canterano Xavi Simons, una de las promesas del fútbol formativo, deja el Barça y probará suerte fuera de España. El centrocampista cadete debía dar el salto al Juvenil B este verano. Todo apunta que firmará por el PSG. Otra pérdida sensible que se suma a una larga lista.
El 1 de julio se vivía otro capítulo de fuga de talento de la Masía. El lateral Mateu Morey se incorporaba al Borussia Dortmund. Dos veranos antes lo hacía Sergio Gómez, mediapunta muy desequilibrante. Ese mismo año dejó el club otro puntal del filial, Jordi Mboula, actualmente cedido por el Mónaco al Brujas.
¿Cambio de filosofía?
Parece que el ni siquiera la cantera se salva del fútbol negocio. Este verano el club catalán fichó a Louie Barry, de 16 años del West Bromwich Albion, arrebatándole a última hora al PSG. Esta filosofía recuerda más a la que practican los otros equipos con canteranos del Barça que lo que habíamos vivido hasta ahora.
Louie Barry en su presentación como nuevo futbolista del Barça EFE
Otro de los detalles que han hecho poner el grito en el cielo es la gestión del Barça B. Juan Miranda, uno de los laterales más destacados por todos los entrenadores, puede salir debido a la falta de oportunidades en el primer equipo. Lo mismo puede suceder a la larga con Iñaki Peña aunque Josep Maria Bartomeu mostró en público toda su confianza para que suba. El fichaje de Neto Murara para el primer equipo no dice lo mismo.
En materia de fichajes tampoco va a mejor. Take Kubo, ex canterano azulgrana, decidió irse al Santiago Bernabéu y como respuesta el Barça firmó a otro japonés, Hiroki Abe, por 1,1 millones de euros del Kashima Antlers. Tampoco dejó indiferente el fichaje de Ludovit Reis, del Groningen, por el que se pagaron 3,25 millones de euros.
Amor y Bakero presentando a Mike van Beijnen / Twitter
Menos futuro se le prevé a la tercera y última incorporación del filial. Mike van Beijnen, hijo del representante de Frenkie de Jong -Ali Dursum-, llegaba gratis para reforzar el Barça B. En una temporada con el NAC Breda Sub-21, el lateral derecho solo disputó seis partidos oficiales.
Despidos por Whatsapp
A principios del mes de julio destapábamos en Culemanía que muchos de los entrenadores del filial se les comunicaba que no seguirían entrenando a su equipo formativo mediante un Whatsapp impersonal. Las renovaciones también llegaron tarde y con una mala comunicación. Otros místers se quejaban de retrasos en la nómina del mes de junio. Y no es la primera vez que pasa.
Uno de los afectados por esta gestión es Denis Silva, del Juvenil A, que ha sido despedido. El técnico tarraconense llegó al Barça en 2010 al Infantil B y fue quemando etapas hasta ahora. El próximo entrenador de los jóvenes será Víctor Valdés, que este curso entrenó el Moratalaz de Madrid con muy buenos resultados.