Leo Messi es el jugador franquicia el FC Barcelona en todos los aspectos. A nivel económico, deportivo y de marketing en todo el mundo, el rostro y la figura del argentino son el principal reclamo del club azulgrana. En el Camp Nou, en las giras de verano y en las expediciones fuera de la capital catalana en las distintas competiciones que disputa el equipo.
El mejor jugador del mundo que dado su vínculo con el club catalán no dudó en inscribir a sus dos hijos, Thiago y Mateo, en la escuela de fútbol del Barça. Los dos pequeños adoran la pelota, una afición que han heredado de su padre y por la que es habitual verles vestidos de azulgrana en casa rodeados de balones a falta de ver qué ocurre con el menor, Ciro.
El barcelonismo espera que uno de ellos pueda ser el futuro Messi en algo más de una década, pero de momento ambos aprenden y hacen deporte en l'Escola azulgrana donde el argentino es un espectador más durante los partidos. Junto a Luis Suárez, quien también tiene a su hijo Benjamín, o Gerard Piqué quien tiene inscritos a Sasha y Milan.
Unidos por un sentimiento
Todos comparten pasión familiar, pero ninguno se escapa de los pagos, al menos, el capitán. Tal y como explicó en una entrevista para Fox Sports durante su estancia en Argentina durante la Copa América, Leo predica con el ejemplo: "Los dos están en la escuelita del club. Al principio hicieron una categoría especial para los hijos de los empleados del club.
También entrábamos nosotros y los podíamos llevar", explicó el 10. Una escuela que el rosarino paga como uno más: "No tenemos descuento. Lo pagamos igual. Thiago hace como dos años que va. Y Mateo terminó el año y también le gusta mucho. Me encanta acompañarlos", espetó.
Leo Messi abraza a su hijo Mateo / EFE
Y es que lejos de su profesión en la Ciutat Esportiva Joan Gamper, Leo es un habitual en los partidos de sus hijos. En la banda, acompañado de sus amigos o familiares, observa en silencio y entre risas los progresos de sus pequeños. Un ejemplo como futbolista, como aficionado y como padre. El trabajo de entrenador se lo deja a los técnicos azulgranas.