Leo Messi incendió el planeta fútbol, especialmente el sudamericano, después de sus declaraciones en la zona mixta tras ganar la final compensatoria ante Chile (2-0). El capitán de la albiceleste se despidió de la Copa América expulsado con roja directa dadas las provocaciones de Medel durante el encuentro.
Una decisión arbitral muy criticada por ambas selecciones y que obligaron al capitán a mantener el discurso que realizó en zona mixta tras caer eliminado ante Brasil en semifinales. Cuestionado por qué no fue a recoger la medalla de bronce, explicó: "No fui por todo un poco. Creo que nosotros no tenemos que hacer parte de esa corrupción. De falta de respeto que se nos hizo durante esta copa. Nos vamos con la sensación de que estábamos para más, de que hicimos tanto contra Brasil como hoy los dos mejores partidos" señaló.
Unas declaraciones que dieron continuidad a las posteriores tras la eliminación ante la seleçao: "Brasil maneja mucho en la Conmebol" y a las que añadió el sábado: "La Copa está armada para que Brasil sea campeón. Yo creo que no hay duda. Lamentablemente, creo que está más para Brasil. Ojalá el VAR y los árbitros no tengan nada que ver en esta final y que Perú pueda competir, porque tiene equipo para hacerlo, pero lo veo difícil", sentenció.
Al paso
Declaraciones rotundas y acusaciones muy graves de un jugador que suele hablar poco ante los micrófonos y prefiere los terrenos de juego y que han hecho puesto el grito en el cielo dentro de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). A través de un comunicado oficial publicado en Twitter, la organización sudamericana calificó como "acusaciones infundadas" e "inaceptables" las declaraciones de Lionel Messi en las que acusa al organismo de corrupto y de influir en los resultados para dejar a Argentina sin final.
"En el fútbol a veces se gana y a veces se pierde y un pilar fundamental del fair play es aceptar los resultados con lealtad y respeto. Lo mismo va para las decisiones arbitrales, que son humanas y siempre serán perfectibles", señala.
Es inaceptable que, a raíz de incidentes propios de la competencia, donde participaron 12 selecciones, todas en igualdad de condiciones, se hayan lanzado acusaciones infundadas que faltan a la verdad y ponen en tela de juicio la integridad de la Copa América", y concluyó: "Representan una falta de respeto a la competencia, a todos los futbolistas participantes y a los cientos de profesionales de la CONMEBOL, institución que desde 2016 viene trabajando incansablemente por transparentar, profesionalizar y desarrollar el fútbol sudamericano".