Las jugadoras de la selección holandesa tras perder la final del Mundial / EFE

Las jugadoras de la selección holandesa tras perder la final del Mundial / EFE

Culemaníacos

Las azulgranas Martens y Van der Gragt experimentan la maldición holandesa

Estados Unidos barrió a los Países Bajos (2-0) en la final del Mundial femenino

7 julio, 2019 20:56

Por si aún había dudas de cuál era el mejor equipo del mundo, Estados Unidos las disipó todas. La selección norteamericana barrió a los Países Bajos en la final del Mundial (2-0) y logró su segundo título consecutivo y el cuarto en total. El combinado neerlandés no pudo con un conjunto que fue muy superior desde el primer minuto hasta el último.

Durante la primera mitad Estados Unidos hizo valer su superioridad técnica, táctica y física. Las holandesas no pudieron hacer más que mantener el resultado sostenidas por una gran Van Veenendaal, que estuvo a punto de convertirse en heroína. La guardameta realizó hasta tres paradas de mérito en la primera mitad, una tras un tiro de Lavelle y las otras dos después de sendos disparos de Álex Morgan.

Megan Rapinoe celebra su gol ante Holanda / EFE

Megan Rapinoe celebra su gol ante Holanda / EFE

Megan Rapinoe celebra su gol ante Holanda / EFE

Pese a su dominio, el combinado americano tuvo que esperar al minuto 61 para abrir el marcador. Lo hizo, desde los once metros, Megan Rapinoe, la gran estrella de este Mundial. Ocho minutos después, con las neerlandesas volcadas en ataque, Rose Lavelle completó una gran acción individual con un disparo inalcanzable para Van Veenendal.

Con el 2-0 en el marcador las americanas se dedicaron a adormecer el encuentro mientras las holandesas buscaban un tanto que las metiera de nuevo en el encuentro. Un gol que en ningún momento parecía que pudiera llegar. De hecho, en la recta final del encuentro estuvo más cerca el tercero de Estados Unidos que el primero de los Países Bajos. Las de Jill Ellis ahogaron a sus rivales hasta con el encuentro sentenciado e hicieron historia encadenando dos títulos consecutivos. Las neerlandesas ya la habían hecho llegando a la final.

Las azulgranas, discretas

Fue un partido especial para el FC Barcelona, pues por primera vez colocó a dos jugadoras en la final de un Mundial, ambas holandesas: Lieke Martens Stefanie van der Gragt. A decir verdad, ninguna de las dos completó el mejor encuentro de su carrera. Más bien al contrario.

Lieke Martens, jugadora del FC Barcelona, en una acción de la final / EFE

Lieke Martens, jugadora del FC Barcelona, en una acción de la final / EFE

Lieke Martens, jugadora del FC Barcelona, en una acción de la final / EFE

La delantera trató de entrar en juego retrasando su posición y bajando a recibir el balón, pero no acertó en las decisiones que tomó y no tuvo continuidad en el encuentro. Ya con 2-0, fue sustituida y no completó el duelo. Por lo que respecta a la zaguera, salió en la foto de los dos goles de Estados Unidos. Cometió un penalti infantil para propiciar el primero y defendió de espaldas al balón en la acción de Rose Lavelle que supuso el segundo.

La maldición continúa

Aunque no pudo hacerse con el título, la selección de los Países Bajos completó una actuación histórica en el Mundial de Francia llegando a la primera final de su historia. Cabe recordar que el combinado neerlandés clasificó por primera vez a una Copa del Mundo en 2015, y en aquella edición cayeron en octavos de final.

Con la derrota ante Estados UnidosHolanda ya acumula cuatro finales de Mundial, masculino o femenino, perdiendo. Todo empezó con aquella selección capitaneada por Cruyff, que cayó ante la Alemania Federal de Beckenbauer en la final de 1974 y, cuatro años más tarde, sin el 14, perdió también contra Argentina. Hasta este Mundial, la última final perdida databa de 2010, cuando la España de Iniesta, Xavi, Casillas y compañía ganó 1-0 en la prórroga.

Cuatro finales, cuatro derrotas. Las azulgranas Martens Van der Gragt también sucumbieron a la maldición holandesa. Sea como sea, las neerlandesas deben estar orgullosas de su Mundial. Hace cinco años su país no había participado en ninguna Copa del Mundo y un lustro después han llegado a la final y han plantado cara a una selección como Estados Unidos, que hoy por hoy es superior a cualquier otro combinado.