Como él mismo admite, esta última temporada ha sido una "pesadilla" para Álex Abrines. En octubre el balear se preparaba para disputar su tercera campaña en la NBA, la que debía ser la de su consagración. Era un habitual en la rotación de los Oklahoma City Thunder e incluso en noviembre logró su mejor marca de triples en un partido, cuando anotó siete ante los Atlanta Hawks.

En ningún momento del curso alcanzó la regularidad esperada y en febrero los Thunder anunciaron que prescindían de los servicios del escolta por "problemas personales". Abrines se quedó sin equipo y no ha vuelto a jugar desde entonces, y nunca se aclararon cuáles eran esos "problemas personales", aunque se rumoreó acerca de una posible depresión.

Sinceridad

Este miércoles, en un gesto poco habitual en los deportistas, el propio baloncestista lo aclaró. Abrines publicó un vídeo en sus redes sociales en el que ha admitido que el balón empezó a darle "miedo". "No te podía ni ver, incluso llegué a odiarte", añade Álex. "Solo quería huir de ti y de todo lo que te rodea".

A continuación, Abrines, con una valentía prácticamente inédita en el mundo del deporte que sirve para romper una serie de tabúes, admite que pidió ayuda a los suyos y "recurrí a los mejores profesionales para recuperar la felicidad". El balear señaló que "decidí decir basta, quería luchar por nuestra amistad (la del balón)". "No ha sido fácil", prosigue, "he pensado en tirar la toalla", "pero me he armado de valor para acabar con esta pesadilla".

Y después de muchos meses de lucha interna, Álex advierte que "lo he conseguido, he recuperado la sonrisa, las ganas de verte y de pasar una y mil horas juntos". "Querido balón, he vuelto. Soy yo, Álex. Gracias por estar ahí siempre esperando".

Vía de escape

Abrines podría acabar de reencontrarse con él, el balón y el deporte que tanto ama en el FC Barcelona. El pasado lunes ya advertimos que el conjunto azulgrana es el que parece mejor situado para hacerse con los servicios del talentoso escolta que, a pesar de tener tan solo 25 años, lleva siete años en la élite del baloncesto mundial.

Álex Abrines, en un Barça-Real Madrid de baloncesto / EFE

Álex Abrines, en un Barça-Real Madrid de baloncesto / EFE

Sería la segunda etapa del balear en Can Barça. El jugador llegó por primera vez al Palau en el verano de 2012 después de sorprender con el Unicaja de Málaga en su primer año como profesional. Con el club catalán ganó una Liga ACB, una Copa del Rey, una Supercopa de España y el premio al mejor joven de la Euroliga en 2016.

Una vez superados sus problemas personales, Abrines podría volver a recuperar la sonrisa con la camiseta del FC Barcelona. Para el equipo azulgrana sería un gran fichaje, pues se trata de un jugador con una amplia experiencia que puede marcar las diferencias en los partidos más importantes de la temporada. Solo falta que se concrete su fichaje.