No es una conexión histórica, pero es una realidad que ahora escenifica a la perfección Leo Messi. El vínculo del Barça con Argentina es innegable, pese a que por historia el club catalán siempre ha tenido una fijación especial con los futbolistas brasileños, por periodos y con distintos perfiles.
Coutinho es el último, pero los que dejaron mejores recuerdos fueron Ronaldinho y Neymar Jr., quien ahora podría volver al Camp Nou este verano tras forzar su salida del PSG. Lejos de los internacionales cariocas que llenaron la capital catalana de fútbol y magia, el vínculo con Argentina es también una realidad irrefutable. Desde la fundación del club, en 1899 hasta ahora un total de 21 futbolistas argentinos han defendido a la entidad azulgrana en los terrenos de juego.
El primero fue hasta Emili Sagi-Barba, un paso que dividió en dos etapas (1916-19 y 1922-32). El primero que dejó huella. Un extremo de una calidad envidiable que llegó a jugar 434 partidos en los que marcó 138 goles. En su primera etapa coincidió con otro compatriota menos popular en la historaia del club, Juan Garchitorena (1918-20) quien pasó de puntillas por la capital catalana.
30 años después
Los albicelestes no volvieron a tener presencia en Barcelona hasta 1947, cuando aterrizó en la Ciudad Condal --tras la guerra civil-- Florencio Cafferatti (1947-49), Marco Aurelio Di Paulo (1948-51) y Mateo Nicolau (1948-52). Todos jugadores contrastados y del que Di Paulo tiene una mención especial en el club. Marcó el gol número 1.000 de la entidad catalana, una cifra que 4.000 goles después volvió a redondear otro argentino. Messi anotó el gol 5.000 de la historia del club y ocho años y medio después también el tanto 6.000.
Otro de los que está en el recuerdo del barcelonismo, pero con más amargo es Alfredo Di Stéfano (1953) quien no llegó a jugar un partido oficial con el Barça y que acabó siendo propiedad del eterno rival en una de sus etapas doradas. Un mal recuerdo de Argentina que se traslado al guardameta Carlos Domingo Medrano (1959-61), quien apenas tuvo protagonismo en los dos años que vistió la camiseta azulgrana.
Tampoco tuvieron gran protagonismo Bernardo Fernández Cos (1972-75) y Juan Carlos Heredia (1974-80), hasta que llegó el primer argentino en levantar un trofeo importante para el club. Fue Rafael Zuviria (1977-82) una historia curiosa de un jugador que aterrizó como delantero y acabó su etapa en el Barça jugando de lateral. Conquistó la primera Recopa azulgrana ante el Fortuna Düsseldorf, y también la segunda ante el Standard de Lieja tres años después así como dos Copas del Rey.
El maestro
Y con el paso de los argentinos por el Camp Nou, llegó Diego Armando Maradona (1982-84) uno de los mejores futbolistas de la historia pero que no brilló de azulgrana. No tuvo suerte con las lesiones y se marchó de la capital catalana con una Copa del Rey, una Copa de la Liga y una Supercopa de España para posteriormente marcar época en el Nápoles donde es considerado un dios.
Su salida abrió de nuevo la veda para otro argentino que pasó sin pena ni gloria durante una temporada en el Camp Nou: Jorge Luján Gabrich (1983-84).
La era de los argentinos
Fue a partir de los 90 cuando Argentina empezó a ser referencia en feudo azulgrana. El primero de la etapa más cercana a la actualidad fue Juan Antonio Pizzi (1996-98) de quien el barcelonismo guarda un gran recuerdo por el gol que marcó ante el Atlético de Madrid y que culminó la remontada ante el Atlético de Madrid (5-4) en unos cuartos de final de la Copa del Rey.
Llegó entonces Mauricio Pellegrino (1998-99) como cedido para dirigir la defensa azulgrana y posteriormente Roberto Bonano, quien mlitó tres temporadas en el club y que es recordado por su mal juego con los pies, una de las obligaciones de cualquier cancerbero que quiera jugar en el Barça y Valdés acabó arrebatándole el puesto.
El primer ídolo fue Javier Saviola. Llegó junto a su compatriota Bonano, y estuvo en el Camp Nou durante tres temporadas, aunque fueron seis años de vinculación contractual al club azulgrana. Sus tres primeras temporadas, con el 7 a la espalda devolvieron la ilusión al barcelonismo pero tras su paso por el Mónaco y el Sevilla culminó su traición al Barça fichando por el Real Madrid en 2007. Junto a él militó Juan Román Riquelme, quien llegó en 2002 pero apenas estuvo un año en el club tras la llegada de Ronaldinho y la revolución que se vivió en el banquillo y la directiva azulgrana.
La mejor época
Hasta entonces, 17 argentinos a los que se suman cuatro últimos protagonistas de los que todavía queda uno y que es el mejor jugador de la historia del fútbol: Leo Messi. Criado en la cantera del Barça, a donde llegó en el año 2000 y con quien triunfó ya en el primer equipo, junto Javier Mascherano, Gabri Milito y Maxi López. El primero, el jefesito, fue uno de los mejores argentinos que han pasado por el club mientras que Gabi, fue también campeón del triplete, pero apenas tuvo participación tras sus graves problemas en la rodilla.
López por su parte tan solo estuvo un año en el club azulgrana (2005-06) pero jugadores como Messi, Larsson o Ezquerro dinamitaron su titularidad en el conjunto catalán. En total 21 argentinos han pasado por el club, de los que solo uno ha sido capaz de marcar época y diferencias.