Argentina vuelve a sonreír. La albiceleste no defraudó ante Venezuela, pese a los precedentes que tenía, y está clasificada para las semifinales de la Copa América. Habrá superclásico sudamericano el miércoles ante Brasil donde dos selecciones con muchas dudas se verán las caras en busca de una plaza en la final.
Un partido intenso y trabado por el juego físico de los venezolanos, en ocasiones casi rozaba la agresividad, que fue de más a menos, pero donde por fin la albiceleste tuvo la fortuna de cara. Un primer gol de Lautaro --de espuela tras un disparo del Kun-- dieron la mínima ventaja en el marcador ante una Venezuela que apenas se acercó al área defendida por Armani durante la primera parte. La eliminatoria la sentenció Lo Celso, otro de los aliados de Messi en esta Copa, de nuevo tras un disparo del Kun y un error garrafal de Wuilker Fariñez.
Mismo guión
La presión no pudo con una Argentina que mejora con el paso de los días. Mismo guión y mismo planteamiento que ante Catar, pero mayor presión ambiental y deportiva. Un gol tempranero de Lautaro --en el minuto diez-- dio tranquilidad a una albiceleste decidida a cambiar la mala dinámica que arrastra desde la final del Mundial de 2014.
Una foto de Messi, Lautaro y Otamendi celebrando el gol ante Venezuela / EFE
Messi volvió a sonreír gracias al trabajo en equipo en una Copa en la que de momento está pasando muy desapercibido. Intervino, pero poco. Y no porque se escondiera. Siempre fue una opción para sus compañeros, pero Venezuela tenía la estrategia clara: no dejarle intervenir o coserle a palos.
El partido dejó algunas entradas dignas de amonestación, pero el colegiado del encuentro no abusó de las tarjetas y dio vida a una Venezuela que apenas puso en peligro a Armani. Y entre su magia, y la estrategia de los rojos, aparecieron los mejores aliados del capitán argentino. El Kun volvió a ser decisivo en los dos tantos, y los jóvenes talentos asumieron galones, especialmente en defensa y en la creación del juego para dejar al 10 con total libertad de movimientos en ataque.
Leo denota tranquilidad en su juego. Asume responsabilidades pero aquel Messi creador de juego, rematador y asistente es cosa del pasado. Cada uno debe ejercer su rol y Argentina, de momento, responde.
A contrarreloj
Con el 0-1 en el marcador y la segunda parte apretando al conjunto de Dudamel, Venezuela apretó. Tuvo ocasiones, pero no generaron el efecto esperado ante una albiceleste que mejoró en defensa y que solo tuvo que recurrir a Armani en una ocasión. Paradón del cancerbero de River a un disparo a bocajarro de Hernández.
Respiró Argentina con la intervención y ahondó su alegría con el tanto de Lo Celso para certificar el pase a semifinales ante una de las favoritas. Fue un duelo más igualado de lo esperado, pero la albiceleste se impuso en todas las facetas. Messi respira aliviado. Cantar el himno surtió su efecto y toca repetir gesta ante la canarinha de Coutinho, sin Neymar.