El mal fario de Luis Rubiales desde que preside la Federación Española
Desde que el canario llegara a la presidencia la Federación solo ha vivido tiempos convulsos
19 junio, 2019 17:18Luis Rubiales es el nuevo líder de la Real Federación Española de Fútbol, pero desde su llegada la selección española y la institución que representa no ha vivido en aguas calmadas. El cambio de generación se dio con su victoria el pasado 17 de mayo de 2018 cuando se convirtió en el sucesor de Ángel Villar al mando de la Federación después de obtener la mayoría absoluta en la votación de la asamblea celebrada en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
80 votos a favor, uno en blanco vencieron a los 56 que obtuvo Juan Luis Larrea, el otro candidato. Fue entonces cuando el hasta el momento Presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles se hizo cargo de la Federación. Un cambio revolucionario que pese a la buena voluntad de los mandatarios y de los cambios que se han realizado, se ha traducido, por causas externas, en tiempos agitados.
Lopetegui, el primer problema
Rubiales se puso al mando de la Federación un mes antes del inicio del Mundial de Rusia, pero el primer varapalo --deportivo y mediático--llegó orquestado desde Madrid. Se estrenó con un tono conciliador: "Quiero una Federación para todos", pero no había hueco para pulsos. Dos días antes de empezar el campeonato internacional, Rubiales tuvo que hacer frente a la primera prueba de fuego entorno a su gestión: ceder o impone mano de hierro.
Florentino Pérez eligió a Julen Lopetegui como nuevo entrenador del Real Madrid tras el repentino adiós de Zinedine Zidane. Una información que se filtró dos días antes del Mundial y que obligó al presidente de la Federación a fulminar al técnico vasco. Una decisión obligada por la que alegó: "Él es uno de los grandes responsables de que estemos en Rusia, pero nos vemos obligados a destituirle. Tiene que haber un mensaje claro para todos los trabajadores de la Federación Española de que hay unas formas de actuar que hay que cumplir" y añadió: "No me siento traicionado, el problema es cómo se han hecho las cosas, con total ausencia de participación de la Federación Española de Fútbol, eso es algo que no podemos pasar por alto. Él es un profesional impecable pero las formas son importantes".
Con tan solo 48 horas de maniobra, la opción más sensata fue la de Fernando Hierro. Vinculado a la Federación y con un contacto directo con el vestuario, Rubiales optó por el exmadridista para liderar a la Roja en Rusia. El batacazo emocional y psicológico hizo mella y España cayó eliminada en octavos ante la anfitriona Rusia.
La nueva era de la ilusión
Con la oportunidad de proclamarse campeones del mundo en la cuneta, se inició una nueva etapa. El 18 de julio de 2018 Luis Enrique fue presentado como nuevo seleccionador nacional. Una elección que convenció al equipo, a la afición y a la Federación. Un sueño cumplido para el técnico asturiano que nunca ocultó su deseo de ser seleccionador en algún momento de su carrera y que facilitó las negociaciones: "Ha tenido ofertas tremendamente importantes, económicamente era imposible que nosotros llegáramos a sus números. Ha puesto mucho de su parte porque si no hubiese sido imposible. Quería ser seleccionador y liderar estos dos próximos años. Esperemos que lo haga con el mayor de los éxitos", espetó Rubiales ante los medios.
Empezó entonces la era Luis Enrique que, desafortunadamente, llega a su fin 11 meses después. Lucho no cerró las puertas de Las Rozas a ningún jugador español. Convocatorias dispares y distintas en cada cita internacional en la que barajaba más de 70 jugadores convocables. Con un juego en construcción, y con la clasificación para la Eurocopa 2020 en juego, un grave problema familiar apartó a Lucho de la concentración antes del partido contra Malta.
Otra nueva era, forzada
Desde entonces, Robert Moreno, segundo del asturiano durante nueve años, se hizo cargo del equipo con tres victorias en tres partidos. Tres meses después de su ausencia, en la que ha participado desde la distancia, Luis Enrique decidió renunciar a la selección española de forma definitiva. Un cargo que ahora ocupará Robert Moreno para continuar con la línea pautada de trabajo.
Una foto de Robert Moreno, nuevo seleccionador español / EFE
Situaciones muy dispares e irregulares que Rubiales valoró como pruebas de la vida tras ser cuestionado por un periodista por el aparente gafe que persigue a la Federación desde su llegada: "Yo creo en el trabajo, son situaciones que se dan en la vida". Situaciones deportivas que, además, también se suman a la posible implicación del canario en la Operación Oikos, por una posible "trama de corrupción que envolvería a Luis Rubiales". Una acusación que desmintió de inmediato: "Cuando se hacen bien las cosas no hay nada que temer".