Lo que sucedió sobre el terreno de juego de Anfield el 7 de mayo del 2019 costará mucho olvidarlo. Cuando parecía tenerlo todo hecho tras el 3-0 del partido de ida, el FC Barcelona cayó estrepitosamente ante el Liverpool (4-0) y se quedó, un año más, sin llegar a la ansiada final de la Champions League.
Los reds fueron superiores durante todo el encuentro y, a decir verdad, a lo largo de la eliminatoria. Los de Klopp tuvieron en casa la fortuna que no encontraron en el Camp Nou, y los dos goles en dos minutos de Wijnaldum fueron un palo muy duro del que los azulgrana no pudieron recuperarse. El cuarto gol perdurará para siempre en la historia del club por la falta de atención y de tensión de los futbolistas.
Divock Origi celebra el cuarto gol del Liverpool ante el FC Barcelona / EFE
Ni jugadores ni aficionados se podían creer lo que acababa de suceder. Por segundo año consecutivo, el FC Barcelona había tirado por la borda una gran ventaja en una eliminatoria europea. El conjunto azulgrana buscó un gol épico en el tramo final del encuentro, pero no era el día. En diez minutos fue imposible solucionar el estropicio de los primeros 80.
Aniversario
Casualmente, la debacle de Anfield se produjo 33 años después del revés más recordado de la entidad catalana en Europa. El 7 de mayo de 1986 el FC Barcelona disputó la segunda final de su historia en la Copa de Europa. Curiosamente, el conjunto azulgrana llegó a ese partido después de remontar en semifinales un 3-0 ante el Göteborg.
Con el modesto Steaua de Bucarest enfrente, el cuadro de Terry Venables tenía la oportunidad de coronarse campeón de Europa por primera vez en la historia del club. Pese a la debilidad del rival, el conjunto catalán no pudo penetrar la defensa del cuadro rumano ni a lo largo de los 90 minutos ni en la prórroga y el partido se decidió en una fatídica tanda de penaltis.
Bernd Schuster en la final de la Copa de Europa que el FC Barcelona perdió ante el Steaua de Bucarest ARCHIVO
Los futbolistas azulgranas fallaron sus cuatro intentos desde los once metros y las dos paradas de Urruti fueron insuficientes para evitar que el Steaua se hiciera con la primera Copa de Europa de su historia.
Crisis
Después de ese encuentro, el FC Barcelona sufrió una grave crisis institucional y deportiva y no volvió a ganar una liga hasta el año 1991, ya con Johan Cruyff en el banquillo. Volviendo al presente, parece complicado que esa situación se pueda repetir mientras Leo Messi siga sosteniendo al conjunto, pero es probable que la debacle de Liverpool provoque más cambios de los esperados.
Pase lo que pase en los próximos meses, nada borrará el recuerdo de lo que sucedió en Anfield el martes 7 de mayo. Un día que quedará para siempre como una fecha fatídica para el FC Barcelona.