Un gol irrepetible, de un jugador irrepetible. Andrés Iniesta marcó en el último suspiro un golazo de bandera que más tarde supuso la Champions League ante el Machester United y la consecución del primer triplete de la historia del club. Fue el 6 de mayo de 2009, los azulgranas perdían 0-1 ante el Chelsea y el rocoso planteamiento de los ingleses con un autobús defensivo casi imposible de franquear, pero estaban a un gol de la final.
Con uno menos en el verde, tras la expulsión de Eric Abidal, la justicia del fútbol quiso que Don Andrés Iniesta, el hombre de los goles más importantes de la historia del Barça y la selección, anotará un tanto que todavía eriza la piel a los culés.
La jugada
Con el Barça volcado en ataque y merecedor de llegar a la final, Dani Alves centró al área. La defensa rechazó pero el balón le cayó a Eto'o que pese al mal control cayó en los pies de Messi. El argentino cedió a Iniesta en la frontal y el manchego fusiló a Cech por la escuadra.
Un tanto que despertó la locura absoluta. Guardiola y Pinto corriendo por la banda, los jugadores apilados en el córner y casi saboreando una final. Fue el inicio de la era Guardiola y de un Barça que protagonizaría el mejor fútbol de la historia.
Un gol histórico que diez años después precede la visita del Barça de este martes a otro estadio inglés, Anfield. Esta vez el marcador es más holgado que en aquella ocasión, pero es sin duda una motivación más para llegar a la final del Wanda.