Este miércoles se jugaba uno de los partidos aplazados de la Premier League que pueden ser decisivos para la consecución del título de liga. El Manchester City -segundo clasificado antes del partido- se veía las caras en Old Trafford contra el Manchester United, rival que eliminó el Barça en cuartos de la Champions League, en el derbi de la ciudad.
Si los de Pep Guardiola ganaban avanzaban al líder, al Liverpool de Jurgen Klop. Y así fue, dos goles en la segunda parte -Bernardo Silva y Leroy Sané- le dieron a los cityzens los tres puntos (0-2). Tras esta jornada aplazada, la clasificación de la Premier League cambia de líder. El City tiene 77 puntos superando solo por un punto a los reds.
Dependen de sí mismos
Quedan tres jornadas de competición inglesa. Los de Manchester dependen de sí mismos si quieren levantar el segundo título liguero consecutivo. Lo tienen todo a favor. Fuera de la Champions League -eliminados por el Tottenham- se pueden centrar plenamente en la competición nacional.
El Manchester City celebrando un gol contra el United / EFE
Este sábado se enfrentan al Burnley fuera da casa, un estadio que se les ha atragantado en los últimos tiempos. Los dos partidos que quedarán son en casa contra el Leicester City y cierran la Premier League en el campo del modesto Brighton & Hove Albion.
El Liverpool deberá ganarlo todo y esperar. A esta incertidumbre cabe sumarle las semifinales de Europa contra el Barça. De poderlo ganar todo, se pueden quedar sin nada. Este viernes abren la jornada contra el Huddersfield Town. Entre ida y vuelta de semifinales jugarán contra el Newcastle en Saint James Park. Finalmente cierran la Premier en Anfield contra el Wolves.
El dilema de Klopp
Jurgen Klopp quiere seguir vivo en todas las competiciones: luchar por la Premier League y estar en la final de la Champions. Para ello tiene que equilibrar los esfuerzos de sus jugadores tanto en Inglaterra como en Europa. El curso pasado priorizó la Champions y cayó en la final contra el Real Madrid (1-3). Los reds deben seguir haciendo los deberes mientras esperan un pinchazo de los de Pep Guardiola.