Vasilije Micic se disfrazó de verdugo en el regreso del FC Barcelona a una fase final de la Euroliga. El serbio dominó a su antojo el primer partido de los cuartos de final y Anadolu Efes se puso por delante en la serie (75-68). El conjunto azulgrana cuadró un partido muy digno pero no pudo superar a un equipo que se sostuvo en la dirección del balcánico, el poderío físico de Bryant Dunston y el ambiente infernal del pabellón.
Se podría decir incluso que, obviando el primer cuarto, los pupilos de Svetislav Pesic fueron superiores. En los diez primeros minutos el parcial fue de 26-15. En el resto del encuentro, de 49-53. El equipo catalán saltó al parqué adormilado, atolondrado, y lo pagó durante el resto del partido. Tuvo que remar a contracorriente y no llegó a ponerse por delante en ningún momento.
Inicio horrendo
Anadolu Efes empezó el encuentro exhibiendo músculo. El cuadro turco arrolló a los azulgranas durante los diez primeros minutos. El gran culpable fue un Vasilije Micic que estuvo brillante desde la dirección y muy acertado desde el triple. Con el serbio al mando los de Ataman movieron el balón a gran velocidad, lo que propició que quedaran libres de marca en muchas ocasiones. Y eso, con jugadores como Dunston, Simon, Anderson, Moerman o el propio Micic, es letal.
Moerman celebra una acción del Anadolu Efes / EFE
Mientras Efes se movía a su antojo, al Barça le costaba horrores encontrar situaciones de ventaja. La única manera que encontraba para hacer daño era mediante acciones individuales. Heurtel y Tomic minimizaron el daño, pero no pudieron evitar que los catalanes acabaran el primer parcial por debajo en el marcador (26-15).
Pangos y Hanga lideran la reacción
Quizás ya acostumbrados al ambiente del infierno turco, el FC Barcelona despertó en el segundo cuarto. Fue clave la mejora en el nivel defensivo (Efes solo anotó 14 puntos) y en el rebote. Contribuyó a ello un Adam Hanga que estuvo en todas y con sus eternos brazos provocó pérdidas y capturó rebotes tanto ofensivos como defensivos.
Mientras el húngaro destacaba en la faceta más sacrificada, era Pangos quien acercaba al conjunto azulgrana en el marcador. El canadiense anotó siete puntos en el parcial de salida (11-2) y 10 en todo el cuarto, donde el Barça llegó a empatar (32-32). Si los de Pesic no se pudieron poner por delante fue por culpa de un Tibor Pleiss que anotó siete de los 14 puntos que logró el cuadro turco en el segundo parcial (40-36).
Atasco
En el tercer cuarto el gran protagonista fue Ante Tomic, capaz de lo mejor y de lo peor. Primero desbarató una posesión que se agotó sin que ni siquiera mirara a canasta, luego anotó ocho puntos consecutivos y luego se llevó una técnica por protestar. Llevaba razón, pero un jugador de su experiencia no puede sorprenderse de las cosas raras que suceden en las pistas griegas y turcas.
Si en la primera mitad hubo un cuarto para que cada uno de los dos conjuntos brillara, tras el descanso destacaron las defensas. Aumentaron los contactos, la tensión y los errores en el tiro. A la mejora del nivel defensivo de ambos cuadros hay que añadir la inevitable presión que supone disputar unos cuartos de final de Euroliga.
Adam Hanga intenta superar a Tibor Pleiss / EFE
Lo manejó ligeramente mejor Anadolu Efes gracias al hombre que ya destrozó al FC Barcelona en la fase regular, Shane Larkin. El americano anotó ocho puntos consecutivos y puso tierra de por medio ya en el último cuarto (del 58-51 se pasó al 66-55). Cuando los azulgranas querían volver al encuentro, ahí estaba el héroe turco Vasilije Micic para impedirlo.
Hanga y Heurtel pusieron al Barça muy cerca (71-66) cuando faltaban 120 segundos para que finalizara el encuentro. Pero ahí volvía a estar el serbio para finiquitar el partido. Provocó un dos más uno a menos de un minuto para el final (74-66) y ahí se acabó la historia. Sin tiempo para asimilar la derrota, el conjunto azulgrana debe prepararse ya de cara al duelo del próximo viernes, donde la victoria se ha convertido en una obligación