La Premier League llega a sus últimas jornadas más apretada que nunca. A falta de cuatro jornadas, el Liverpool lidera la clasificación con 85 puntos y un partido más que su perseguidor, el Manchester City. Los de Pep Guardiola son segundos con 83 puntos. Ambos con la cabeza puesta en la Champions no se dejaron puntos este fin de semana.
Los cityzens jugaron este domingo contra el Crystal Palace (1-3) con una alineación con muchos titulares y sin tener muy en cuenta la final que tienen este miércoles en el Etihad Stadium contra el Tottenham. Pochettino y su equipo ganaron por la mínima la ida de cuartos y deberán remontar si quieren estar en semifinales.
El Liverpool tenía un reto más difícil. Recibían al Chelsea de un discreto Eden Hazard (2-0) -cuarto clasificado- y tampoco fallaron. Sadio Mané y Mohamed Salah fueron los encargados de marcar los goles de su equipo y dar un duro golpe sobre la mesa para conseguir la Premier League. El egipcio -22 goles en 43 partidos- ha vuelto a su mejor nivel en el momento crucial de la temporada.
Amenazando a Pep
Guardiola no se puede dejarse puntos si quiere volver a levantar el campeonato inglés. Los de Jurgen Klopp no renuncian nunca al ataque y hace años que desean el título. El curso pasado estuvo cerca y este año no se les quiere escapar. Y es que nunca han levantado la Premier League como ahora la conocemos.
Klopp celebrando un gol del Liverpool contra el Chelsea (2-0) / EFE
Quedan doce puntos en juego -al City quince- para determinar el campeón. Los partidos de los reds son aparentemente cómodos mientras que los de Pep Guardiola tienen auténticos duelos de primer nivel. Jugarán en casa contra el Tottenham Hotspur (3) y viajan a Old Trafford en el derbi de Manchester (5).
Mensaje al Barça
En Champions League, los de Anfield son el equipo que mejor lo tiene para pasar. Viajan a Oporto con un 2-0 a favor y un pie y medio a semifinales. Si no hay mucha sorpresa estarán en semifinales europeas. Allí se encontrarían al Barça o al Manchester United que se juegan el pase este martes.
Mohamed Salah celebrando un gol con el Liverpool / EFE
En caso de pasar, los culés no se pueden confiar. El curso pasado llegaron a la final de la Champions contra el Real Madrid (1-3) y es que los equipos de Klopp son competitivos hasta el final. Si Messi y compañía quieren estar el dos de junio en el Wanda Metropolitano no se puede relajar en ningún momento.