Que el Barça busca delantero para la próxima temporada es una obviedad. El club catalán solo cuenta con Luis Suárez como ariete de garantías y la salidas de Paco Alcácer y Munir no han sido cubiertas con la llegada temporal de Prince Boateng.
Con el uruguayo todavía como nueve titular del conjunto azulgrana, la secretaría técnica trabaja a destajo para traer a un 9 puro que pueda relevar al charrúa en las próximas temporadas. El mejor posicionado es Luka Jovic, pero en la larga lista que barajan en las oficinas del Camp Nou se ha colado otro delantero del campeonato nacional. Una posibilidad desconocida hasta ahora, pero que el director de Okdiario, Eduardo Inda, es una realidad contrastada.
Las posibilidades de que la ofensiva azulgrana se refuerce con un ariete que no sea un delantero centro están sobre la mesa, con nombres como Rashford o Jadon Sancho, pero la posibilidad anunciada por Inda ha pillado por sorpresa a todo el barcelonismo.
Analizando el Sánchez Pizjuán
No aparece en ninguna de las listas conocidas hasta ahora, pero Inda aseguró en El Chiringuito de Jugones que la entidad azulgrana estaría siguiendo de muy cerca los pasos y la evolución del delantero del Sevilla Quincy Promes: "El Barça quiere a Promes, extremo del Sevilla, un jugador que encanta a la directiva y tiene una cláusula de 150 millones de euros".
Un precio que el club catalán no estaría dispuesto a desembolsar al tener otras prioridades con elevados precios, como Matthijs De Ligt, por un jugador que ocupa una demarcación que no es prioridad para la próxima temporada. El futbolista neerlandés llegó la pasada campaña a la capital andaluza por 20 millones de euros procedente del Spartak de Moscú, pero su buen rendimiento la habría colocado en la agenda de grandes clubs europeos entre ellos el FC Barcelona, según explicó Inda.
Una foto de Quincy Promes durante un partido del Sevilla / EFE
Tampoco invitan al optimismo las relaciones que Barça y Sevilla tienen actualmente. Tras el fichaje de Lenglet, por el que la directiva sevillista nunca cedió y que acabó con el pago de la cláusula rescisión de 35 millones de euros.