Luis Enrique tiene muchas dudas sobre qué 23 jugadores llevará a la Eurocopa 2020. Sus convocatorias han sido más que variadas y, como él mismo confesó en rueda de prensa, en su lista de seleccionables hay hasta 70 jugadores. Una percepción que ha cumplido hasta la fecha dando oportunidades a jugadores de equipos menores, pero que han rendido a un gran nivel esta temporada. En total hasta 41 futbolistas han pisado la Ciudad del Fútbol de Las Rozas desde que llegó al cargo en julio pasado.
Con esas incógnitas sobre la mesa, destaca la predilección que tiene por cuatro jugadores a los que, hasta la fecha, considera intocables. Son la columna vertebral del equipo y han disputado los siete partidos desde que el asturiano está al mando de la selección: David De Gea, Sergio Ramos, Sergio Busquets y Rodrigo.
Cuatro nombres que contrastan con la variabilidad que se vive en el combinado nacional, donde espera dar con la tecla definitivamente en los próximos meses, siempre bajo el amparo del rendimiento de estos jugadores en sus respectivos clubs. Portero, central, centrocampista y delantero son la línea central de un equipo al que deberá encontrar otros siete jugadores titulares, y otros tantos suplentes, para acompañar a los cuatro fantásticos particulares de Lucho.
Una foto de Rodrigo y Luis Enrique en un entrenamiento de la selección española / EFE
Los que quieren acceder al club de privilegiados
Todos ellos han sido titulares indiscutibles en los once de Luis Enrique, excepto Busquets que por molestias, inició desde el banquillo uno de los amistosos. También han sido fijos Kepa y Pau López, como suplentes del portero del Manchester United, y Dani Ceballos, Asensio o Gayá que parecen tener virtudes que valora especialmente el técnico asturiano.
Con el resto no ha tenido las cosas tan claras: Carvajal, lesionado, o los ocho centrales distintos que ha convocado para paliar la baja de Piqué, confirman esa tendencia. Algo que Isco Alarcón también ha vivido en sus carnes en esta última convocatoria.
Los desahuciados regresan
Mientras hay 11 jugadores que han repetido todas las convocatorias, otros han visto como su regularidad ha sido premiada por el seleccionador. Es el caso de Iker Muniain que llevaba siete años sin defender la elástica nacional. Más sonado fue el caso de Sergio Canales, que jugó con la selección por primera vez en su carrera ante Noruega, pese a ser un fijo en las categorías inferiores.
Dani Parejo, líder del Valencia, repitió convocatoria y Jaime Mata, de 30 años, también debutó ante los nórdicos. Lucho cumple su discurso. Los que trabajen y rindan tendrán oportunidades en la Roja. Apenas quedan nombres de intocables y si los hay es por un rendimiento más que excelso.
Jordi Alba en el partido de la selección española / EFE
Queda mucho y el reto es más que grande. Luis Enrique tiene la paciencia suficiente para encontrar un equipo suficientemente competitivo, con veteranos y otras jóvenes promesas que puedan aportar aire fresco a un combinado que desde 2012 ha perdido esa hegemonía europea.
Real Madrid y Barça han perdido el control de la selección en favor de la variedad. Lucho mira hacia el futuro sin compararse con tiempos pasados.