Los orígenes de Samuel Umtiti en Lyon
El central del Barça dejó huella en la ciudad francesa que le vio crecer como futbolista
12 marzo, 2019 13:27El francés culé ex del Olympique de Lyon, Samuel Umtiti, vivirá este miércoles un partido especial. Se decide quien pasa a cuartos de final de la Champions. Su pasado contra su presente, el Barça, uno caerá y el otro seguirá con su andadura en la competición más exigente del continente.
El campeón del mundo en Mundial de Rusia tiene pocas oportunidades de salir de titular. Sus problemas en la rodilla lo han dejado fuera de los terrenos de juego más de tres meses y medio y poco a poco va recuperando el ritmo de competición. Este fin de semana -contra el Rayo Vallecano- jugó desde inicio reemplazando a Clément Lenglet.
Pancarta de los aficionados del Olympique de Lyon en la ida de octavos / Twitter
Ya estuvo en la lista de convocados para el OL Stadium (0-0) pero no dispuso de minutos. La que fue su afición no se ha olvidado de él. Lo recibieron con un “Bienvenue chez toi, Sam” (Bienvenido a tu casa, Sam). Y es que el central dejó huella en Lyon. Allí empezó su aventura como futbolista desde bien pequeño.
Sus primeros pasos como futbolista
Samuel Umtiti nació en Camerún pero a sus dos años se desplazaron a una ciudad muy cerca de Lyon, Ménival. En el equipo de su ciudad, Ménival FC, empezó a darle al balón a los cinco años. Su rutina estaba establecida: casa-colegio-entrenamiento. Su madre, la principal encargada de su educación, veía el deporte como una buena apuesta para que no se quedara mucho tiempo en la calle.
Con su imponente físico no tardó en jugar con chicos mayores que él e imponer su ritmo en les ésped aunque fuera nunca dejó de lado su timidez. “Era reservado, pero en el campo se convertía en otro niño porque lo daba todo. Ya era un ganador”, decía Djoudi Boumaza, presidente del Ménival en un reportaje de Barça TV.
Umtiti en su etapa en el Ménival FC / Twitter
Sus buenas actuaciones con el equipo local despertaron el interés del Olympique de Lyon, el equipo más grande de la zona. Pese a mostrar que querían a Umtiti, de siete años, no se cerró ninguna operación ya que su madre y el club no se pusieron en contacto. Fue un año después cuando su madre cedió, habló con el Olympique y le dejó vía libre a Samuel.
Su trabajo fue incalculable. Como destaca Régis Moluba, el educador del Ménival FC que puso en contacto al jugador y al Olympique de Lyon, iban a menudo a correr por la ciudad y entrenar los domingos para estar en las mejores condiciones físicas para confirmarse como un jugador profesional y así lo hizo.
Quemando etapas hasta llegar al primer equipo
Sus cualidades eran evidentes, solo tenía que mostrarlo en un grande. Fue quemando etapas más rápido de lo que hacían sus compañeros. A los 16 años ya entraba en los entrenamientos del primer equipo. No fue hasta los 19 cuando debutó en partido oficial, en Copa de Francia. Desde entonces fue un fijo en los esquemas del primer equipo hasta llamar la atención del Barça.
“Estoy orgulloso de haber participado en su eclosión y muy contento de volver a verlo. Es un ganador, un competidor. Aunque la lesión le haya frenado últimamente, es un orgullo para el club que un chico de la cantera sea un fijo en uno de los mejores equipos del mundo”, decía Bruno Genésio, el último de sus entrenadores -y el actual- en el club galo.
El Barça pagó en 2016 25 millones de euros por Samuel Umtiti. Según sus amigos y el presidente del Lyon, Jean-Michel Aulas, el club catalán era la única salida que deseaba el central. Rápidamente encajó en el sistema de los blaugranas haciendo una gran pareja con Gerard Piqué hasta que se lesionó de la rodilla. Sus problemas le han frenado una progresión muy esperanzadora.
A sus 25 años es campeón del mundo y uno de los mejores centrales del fútbol europeo. Ernesto Valverde y los aficionados blaugranas, lyonnais y del modesto Ménival ya esperan volver a ver al mejor Sam encima de los terrenos de juego lo más pronto posible.