Luis Enrique reconoció que tuvo sus más y sus menos con Leo Messi durante la primera temporada que estuvo en el banquillo del Barça. Esta discusión, según afirmó en Catalunya Ràdio, fue antes de la derrota en Anoeta que supuso un antes y un después de la evolución del equipo. Ese mismo año se terminó consiguiendo el triplete firmando una gran temporada.
"Hasta que se solucionó todo hubo un tiempo de tensión, que yo no busqué, sin ninguna duda, pero que apareció y que tuve que gestionar, pero a día de hoy sólo puedo hablar maravillas de Leo Messi", explicó el actual seleccionador de España.
Leo Messi y Luis Enrique abrazados celebrando un título / EFE
Con sus declaraciones Luis Enrique reconoce que existieron problemas entre los dos líderes caracterizados por su gran carácter. Todo eso desembocó en una tensión que se veía en los entrenamientos. Lucho estuvo eludiendo preguntas de Messi en rueda de prensa buena parte del curso. Como ya le pasó con Totti en la Roma, después del choque inicial hubo respeto y comprensión mutua.
Sobre su salida
La decisión de no seguir al frente del equipo la tomó en verano de 2016 y se le comunicó al club a principios de temporada. "Al principio de la tercera temporada yo ya comuniqué al club que buscara sustituto. De manera egoísta yo ya no tenía más energía para dar”, explico en la radio.
También reconoció que la situación era ideal para continuar. “Para mí hubiera sido muy fácil renovar, pero chupado, un contrato bestial, en mi casa, con los mejores jugadores... mejor imposible. Pero si soy honesto creo que el jugador necesita que venga otro a contarle la historia de otra manera. Yo creo que llega un momento que el mensaje, si hay mensaje, se agota, y debe haber mensaje", sentenció Lucho.