El Barça Lassa volvió a demostrar anoche que sigue siendo un equipo demasiado irregular. Unos días es capaz de lo mejor y otros, de lo peor. Lo mismo logra dos victorias consecutivas contra el Real Madrid que cae humillado en Estambul ante el Anadolu Efes (92-70), rival directo en la lucha por lograr el factor pista de cara a los cuartos de final.
Los azulgranas y los turcos llegaban al encuentro de anoche en igualdad de condiciones. El balance era el mismo (15 victorias y 9 derrotas) y la victoria suponía un pase de gigante para acercarse no solo a los cuartos de final, sino a la Final Four. Se volvió a ver la peor cara del Barça, la que se acostumbraba a ver antes de que llegara Pesic. Por el bando de Efes, Larkin, ex Baskonia, y Moerman, ex Barça, arrollaron a los catalanes. Los barceloneses no solo perdieron el encuentro, sino también el average, y se complican mucho el factor pista de cara a la fase eliminatoria.
Primera mitad para el olvido
El Barça Lassa empezó el encuentro con la inercia positiva de la victoria del pasado viernes frente al Real Madrid. Intensidad en defensa y orden en ataque. Como ante los blancos, fue Tomic el que lideró a los catalanes con seis de los ocho primeros puntos. El croata se sentó y el resto del equipo desapareció.
Los últimos cinco minutos del primer periodo fueron un despropósito. El marcador pasó de marcar un empate a 8 a un doloroso 24-12. Tuvo gran parte de la culpa de este parcial Shane Larkin, que empezaba a cimentar lo que al final del partido se acabó convirtiendo en una actuación histórica. El Anadolu Efes estaba mucho más cómodo que un FC Barcelona que atacaba con precipitación y se desordenaba en defensa.
Heurtel entra a canasta ante la oposición de Moerman / EFE
La herida seguía abierta en el inicio del segundo cuarto y Larkin seguía destrozando a los catalanes. El ex Baskonia fue una auténtica tortura para la defensa azulgrana mientras estuvo en pista. Pesic los probó a todos: Hanga, Heurtel, Pangos y Ribas, pero ninguno de ellos fue capaz de parar al estadounidense. Los turcos llegaron a estar 15 arriba (38-23) y pudieron dejar el encuentro visto para sentencia. La aportación de Oriola y Tomic fue clave para que el Barça llegara al descanso con vida pese al pobre acierto exterior (42-31).
Haciendo la goma
Tras la reanudación fue otra vez el 44 el que se puso el equipo a la espalda. Anotó los cuatro primeros puntos del conjunto catalán y fue una pieza clave para que el marcador pasara de señalar un 42-31 al descanso a un 44-40 tras dos minutos de tercer cuarto. Parecía que los de Pesic, como ya hicieron en la Copa del Rey frente al Real Madrid, se preparaban para remontar el encuentro.
Nada más lejos de la realidad. El Barça encajó otro severo parcial (16-4) que situó a los turcos 16 puntos por encima a falta de dos minutos para que finalizara el tercer periodo. Solo los tiros libres permitieron que los azulgrana siguieran con vida antes de que empezara el último cuarto (64-53).
Larkin ganó cuando quiso
Larkin fue, sin duda alguna, el hombre del partido. Fue el que otorgó la primera ventaja importante a su equipo, el que lo mantuvo por delante cuando más apretaba el Barça y el que, en el último cuarto, sentenció el partido. Fue un auténtico dolor de cabeza para la defensa azulgrana, que no pudo pararlo.
El americano anotó 16 de sus 37 puntos en los últimos 10 minutos. Anotó, dirigió, asistió e incluso taponó. Acabó con 43 de valoración en la que fue su mejor actuación en el baloncesto europeo.