Ganar en el Bernabéu nunca es tarea fácil y más consiguiendo remontar un 1-2 en contra. Los jóvenes del Ajax de Ámsterdam consiguieron la noche del martes escribir otra página en su gloriosa historia. Tras 14 años sin pasar de la fase de grupo de la Champions League dejaban al que fue campeón de las últimas tres copas fuera de su competición.
Tadic fue el hombre del partido en la línea ofensiva. Desde la banda derecha del ataque ajacied consiguió llevar al equipo a un marcador favorable. Dos asistencias –a Ziyech y a Neres– que culminó en la segunda parte con un auténtico golazo que hizo inútil el salto de Thibaut Courtois.
Los holandeses consiguieron mantener la ventaja y no les afectó lo más mínimo el gol de Marco Asensio pues, minutos después, Lasse Schone marcaba el gol de la eliminatoria. Un disparo de falta que se cerraba y entraba por el segundo palo. El Bernabéu hubiera quedado en silencio si no fuera por los aplausos y cánticos de los más de 2.000 aficionados holandeses.
De Ligt y Onana, los héroes defensivos
Si Tadic y De Jong se graduaron en feudo madridista, Matthijs de Ligt y André Onana estuvieron superlativos. No es de extrañar que ambos despierten gran interés en Barcelona y puedan llegar finalmente en verano junto al centrocampista. El capitán no dio ninguna opción a los delanteros del Real Madrid. Ni Karim Benzema, ni Gareth Bale ni Vinicius inquietaron lo más mínimo al central. Estuvo sereno y pausado. Una madurez impropia de sus 19 años.
Si el club holandés ya tenía dificultades de convencerse para que se quedara una temporada más, ahora es misión imposible. A los grandes de Europa no les ha pasado desapercibido el buen partido que firmó. Si las cosas no se tuercen, apunta a ser el central del futuro del fútbol europeo.
Si el partido de De Ligt fue especial para él, más lo era para André Onana. El portero camerunés y exjuvenil del FC Barcelona jugaba por primera vez en el Santiago Bernabéu. Una visita que nunca más olvidará. Estarán en cuartos de final de la Champions League tras eliminar al campeón. Una gesta histórica.
Maestros de ceremonias
Cuando pitó el árbitro era toda una fiesta. Los jugadores no se paraban de abrazar, saltar y emocionarse delante de los aficionados ajacied que se desplazaron a la capital. El central y capitán pretendido por el Barça se vistió de jefe de ceremonias. Fue él quien empezó a animar al público con aplausos y bailes. Onana era de los más efusivos, para un exculé ganar en campo rival es siempre motivo de fiesta.
Tras un buen rato en el verde, los futbolistas entraron en el vestuario. Tal era la euforia que duraron bien poco dentro. Minutos después volvían a salir liderados por Matthijs de Ligt a saludar a sus aficionados y empezó el espectáculo. Corrían, se tiraban al césped, se arrodillaban… Una auténtica locura justificada.
Lo que hicieron los del Ajax en el Bernabéu fue motivo de celebración. No solo por lo que hicieron sino cómo lo hicieron. No renunciaron a su filosofía de toque, ni siquiera cuando el marcador estaba a favor. Una manera de hacer que es difícil de ver, los de Ámsterdam tienen algo especial.