Futuro incierto y difícil para el Chelsea. La FIFA anunció este viernes la sanción al club inglés en la que impide fichar a jugadores hasta verano de 2020 y los blues tendrán que aguantar con la plantilla actual durante dos ventanas. Todo se debe a infracciones cometidas respecto a los requisitos de registro de 29 jugadores menores –artículo 19 del Reglamento– que la institución del fútbol considera punibles.
Un castigo que se penalizará económicamente con 600.000 francos suizos y por el que tiene un período de 90 días para regularizar la situación de los jugadores menores involucrados. Algo similar a lo que ocurrió en el FC Barcelona en 2014 y que mantuvo a la entidad catalana dos ventanas de mercado sin poder incorporar a nuevos jugadores.
Una sanción que vivió el club catalán por primera vez en Europa y que sirvió de ejemplo para otros clubes, pero que finalmente pagaron los propios jugadores.
¿Dónde están las futuras estrellas afectadas?
Fue la primera gran crisis que tuvo que afrontar Josep Maria Bartomeu como presidente del Barça que heredó de la gestión previa de Sandro Rosell al cargo del club. Por aquel entonces Guillermo Amor era el responsable del fútbol formativo y Albert Soler el director de relaciones institucionales, cargo que recuperó este febrero.
Una sanción inesperada que afectó a diez promesas azulgranas de las que, cinco años después, solo uno milita en una gran liga europea: André Onana, portero del Ajax. El club catalán recurrió la sanción ante el Comité de Apelación de la FIFA, pero tras escuchar los argumentos, no hubo piedad para la entidad azulgrana que tuvo que abonar 450.000 francos suizos y regularizar a los jugadores. La RFEF también fue multada con medio millón de francos suizos por ser la responsable en la tramitación de las fichas de los menores en cuestión. Una cifra similar –510.000 francos suizos– que tendrá que abonar la FA por las mismas responsabilidades.
Reducida, pero con las mismas consecuencias
La sanción, que pasó de dos años a uno, afectó a diez promesas azulgranas de las cuáles solo el portero del conjunto holandés ha conseguido triunfar a primer nivel europeo. Todos esos chicos vieron su progresión truncada. Se les prohibió entrenar y jugar con el Barça y tuvieron que salir del club hasta cumplir la mayoría de edad. Una situación similar que afectó a otros jugadores no incluidos en la sanción, pero que el Barça dio salida para evitar futuras multas administrativas.
Una foto de Paik Seung ho en el Barça / FCB
El caso más sonado fue el del surcoreano Lee Seung-Woo que ahora juega en la Serie B de Italia en el Hellas Verona y que era una de las esperanzas de futuro del club catalán. Algo similar a lo que ocurrió con otro surcoreano, Paik Seung-ho, que actualmente milita en el filial del Girona, el Peralada, en la categoría de bronce del fútbol español a la espera de dar el salto a Montilivi.
A trompicones
Otros jugadores no han tenido la misma fortuna que los asiáticos. Maxi Rolón, juega en el Coquimbo chileno o Ian Poveda que milita en las inferiores del Manchester City, así como Bobby Adekanye que juega en las categorías formativas del Liverpool. Patrice Sousia otra promesa, es el que ha visto su carrera totalmente frustrada y se encuentra sin equipo.
Una foto de Maxi Rolón en el Barça / FCB
El único caso que alberga alguna esperanza es el de Takefusa Kubo. El japonés, ahora de 17 años, en el FC Tokyo, y pese a no tener ningún vínculo contractual con el Barça, se sigue su evolución atentamente.