No lo parece, pero así es. En el vestuario del Barça existe un Cristiano Ronaldo en potencia, aunque para bien. Ni por egocentrismo, ni liderazgo o egoísmo, si no por una obsesión con el gimnasio y la alimentación para rendir al máximo nivel.
Se trata de Arthur Melo. Y es que aunque la complexión física del brasileño sea totalmente distinta a la del portugués, mucho más alto y esculpido, el carioca también vive intensamente el deporte y ha adoptado todas las medidas necesarias para llegar a la élite. Empezando por el sueño, el trabajo específico en el gimnasio, la dieta estricta y los complementos vitamínicos.
Tal y como informa Metrópoli Abierta, el brasileño se ha ganado el apodo, siempre des del cariño, de MiniCR7. Es uno de los fichajes revelación del verano, encantó a Messi pocos días tras su llegada e hizo lo propio con el barcelonismo cuando Ernesto Valverde le dio continuidad.
Comparaciones inevitables
Su juego en el terreno de juego levanta pasiones en el Camp Nou y muchos le comparan con Xavi Hernández por su perfil y estilo de juego en una posición muy similar a la que desarrolló el de Terrassa durante su exitosa carrera de azulgrana. Aun así, fuera del verde, parece ser que se parece más al portugués.
Arthur es un obsesionado del gimnasio. Es el primero en llegar a los entrenamientos y el último en abandonar la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Un trabajo específico que complementa con los entrenamientos con el equipo y también en su casa. Una de sus prioridades cuando se trasladó a Barcelona fue esa: tener un gimnasio de grandes dimensiones y bien equipado.
Siempre guapo
Su trabajo de musculación es un complemento para rendir a un mayor nivel, aunque también destacan que es muy presumido, pero no hasta el punto narcisista que desprende el luso.
Una foto de archivo de Arthur Melo y Riqui Puig en un entrenamiento del Barça / FCB
Asimismo, los complementos vitamínicos no faltan en su dieta y desde el club tuvieron que reconducir esa ingesta y reducir las cantidades. La alimentación, como otros del vestuario como Ter Stegen, también es un factor importantísimo. Cuenta con Eduardo, su chef personal, que le elabora menús semanales que acuerda con el nutricionista del Barça. Adicto a las verduras y al pescado, aunque su plato favorito es la picanha.