Paul Pogba sabe lo que debe hacer si quiere acercarse al Barça: seducir a Leo Messi. Ambos futbolistas coincidieron el pasado sábado en el restaurante del insigne chef turco Nusr-Et en Dubai. Fue un encuentro del todo fortuito. Una oportunidad inesperada que el francés quiso aprovechar para acercarse al astro argentino.
Leo Messi viajó con su familia a la capital de los Emiratos Árabes aprovechando los cuatro días de fiesta que Ernesto Valverde había concedido a los futbolistas del Barça. La casualidad quiso que allí se encontrase con Paul Pogba, quien tampoco había podido acudir con su selección por lesión. El azar es caprichoso. Y ambos cracks coincidieron en el mismo punto del globo.
Durante el encuentro, Messi y Pogba estuvieron charlando distendidamente unos minutos, gracias al excelente castellano del francés, quien se ofreció en un claro guiño al Barça: “Antes de que te marches a Argentina o donde toque, tenemos que jugar, eh”, dijo Pogba.
Messi reaccionó con un gesto entre la sorpresa y la incredulidad. Sonriente, dejó escapar un aspaviento con la mano y se echó para atrás mientras el francés insistía en su ofrecimiento: “¿No? Tenemos que jugar”, insistió Pogba, en tono alegre. “Tenemos que tomar un mate juntos, eh, antes de un partido”, añadió el francés, con Messi ya apoyado en su silla y llevándose las manos a la cara continuamente, en un claro gesto de incomodidad.
Declaración de intenciones
Paul Pogba fue claro en sus intenciones. El francés no está a gusto en el Manchester United y la opción de recalar en el Barça le atrae. Para ello sabe que es imprescindible contar con el beneplácito de Leo Messi, el jerarca azulgrana, y se acercó a él con la baza del mate, la misma estrategia que utilizó Luis Suárez en su día para ganarse al argentino.
Messi, consciente de la muchedumbre que había a su alrededor y de los móviles que estaban grabando la escena, se mostró nervioso ante semejante declaración de intenciones, pero aun así siguió conversando con el francés en tono desenfadado, lo que demuestra la buena sintonía que existe entre los dos. Solo falta comprobar si esa conexión se traslada también al césped, pero para ello ambos tiene que jugar, como quiere Pogba.
Un fichaje latente
El posible fichaje de Pogba por el Barça está sobre la mesa. El francés fue la gran prioridad del pasado verano. El contacto entre Eric Abidal y el representante del jugador, Mino Raiola, existió, pero el Manchester United se negó en redondo a deshacerse de su buque insignia. Además, el desorbitado precio del futbolista invitó a mover el foco a otras alternativas.
Así las cosas, Pogba sigue en la agenda del director deportivo del Barça, pero comparte protagonismo con otros nombres como el de Rabiot, quien podría salir gratis del PSG a final de temporada. Ambos se postulan como los principales recambios para Rakitic.
Una foto de Paul Pogba / EFE
Si hay una cosa clara es que la buena relación de Pogba con Messi acerca al francés al Barça. Además, ambos comparten patrocinador técnico: Adidas, con quien Pogba firmó por diez años a razón de cuatro millones por campaña cuando todavía militaba en el Juventus.
La sincronía entre Messi y Pogba parece ir mucho más allá de meras coincidencias. Significa algo. Es un mensaje del destino. Como si estuviera escrito que ambos futbolistas están llamados a jugar juntos. “Tenemos que jugar, eh”.