El mejor Barça de la historia, liderado por Leo Messi en el ataque, en la sala de máquinas con Iniesta y Xavi y capitaneado por Puyol arrasó al Manchester United en 2009 en la final de la Champions que se disputó en Roma y que significó el primer triplete y único de la era Guardiola.
El marcador final reflejó un 2 a 0 a favor de los azulgrana, que no dieron opciones a los ingleses. Una derrota que ejemplificó el mejor fútbol que se ha visto en cualquier estadio y que el Barça plasmó también en la Liga y la Copa del Rey esa misma temporada. Un fútbol que dejó huella en un el líder de la defensa de los red devils: Michael Carrick.
Nueve años después
Casi una década después de aquella exhibición, el por aquel entonces central del conjunto inglés ha confesado que sufrió una depresión tras perder aquella final en la que vio como el Barça le arrebató la Orejona. En su biografía, publicada recientemente, el excapitán ha contado que los goles de Eto'o y Messi supusieron un duro varapalo para su estado de ánimo y ha tildado la derrota como "el peor momento de mi carrera deportiva”. Tras aquella dolorosa derrota, Carrick ha admitido que entró en una espiral de desesperación de la que tardó dos años en recuperarse. “De alguna manera fue el momento más bajo de mi carrera y realmente no sé por qué. Había decepcionado en el partido más importante de mi carrera".
Su sentimiento de decepción viene dado por su error frente a Eto'o. El central regaló un balón al camerunés que segundos más tarde acabó en el fondo de la red y supuso el primer tanto de los azulgrana. Messi cerró el marcador con un cabezazo y entonces fue cuando vio la Champions perdida, ha explicado.