Ernesto Valverde vuelve a situarse en el punto de mira de la afición del Barça tras el tropiezo del equipo en Mestalla. Los azulgrana se estrellaron ante un Valencia muy sólido atrás que fue capaz de imprimir un alto ritmo de juego al partido. El Barça se asfixió. Notó el cansancio del partido de Champions frente al Tottenham. Y el técnico Txingurri fue incapaz de reaccionar para dar aire a sus jugadores.
El primer cambio del Barça llegó en el minuto 83. Para aquel entonces el equipo deambulaba visiblemente exhausto por el terreno de juego. Sin oxígeno. Exánime. Valverde dio buena muestra de la falta de confianza que tiene en su plantilla. Jugadores frescos y potencialmente revulsivos como Arturo Vidal permanecieron en el banquillo mientras el equipo se ahogaba. Otros como Malcom ni siquiera estaban convocados.
Mala lectura del partido
La afición culé ha sido especialmente punzante con el planteamiento táctico del entrenador del Barça:
En rueda de prensa, sin embargo, Valverde explicaba que había esperado a hacer los cambios “porque no lo tenía claro. Si no lo veo claro, prefiero esperar. Creía que con los que teníamos dentro podíamos solucionar el partido”. Una actitud muy conservadora por parte del técnico, incluso inoperante, que exasperó a los seguidores del Barça.
Sin respuesta
La nula respuesta del entrenador ante el evidente bloqueo que padecía el equipo resulta preocupante. No es normal la falta de reacción que Valverde demostró en Mestalla. El técnico no confía en su plantilla, pese a que desde la entidad azulgrana se venda al equipo como uno de los más completos de los últimos años. Lo cierto es que el banquillo languidece y el Barça depende de la buena forma de unos pocos cracks. No hay rotaciones. No hay recambios revulsivos. Y la poca confianza del míster en sus suplentes tiene buena culpa de ello.
Muchos aficionados han aprovechado la ocasión para ironizar sobre la inoperancia en los banquillos de Barça y Madrid. Ernesto Valverde no es el único en el ojo del huracán. También Lopetegui está en entredicho, incluso en pero situación. El técnico del Madrid acusa la profunda crisis de resultados del equipo, del todo inofensivo en ataque, y su cabeza corre riesgo peligro en Chamartín.
De ahí que haya quienes consideren que en estos momentos la agilidad en los despachos a la hora de gestionar los problemas con sus respectivos entrenadores puede ser decisiva para el devenir de la competición.