Si hay algo que se exija a los scouters, secretarios técnicos y directores deportivos del FC Barcelona es que tengan ojo para fichar a talentos con ADN Barça. Ya sabemos que por muy buenos que sean los futbolistas, no todos sirven para jugar en el Camp Nou.
Es importante que para prolongar la obra que comenzaron Vic Buckingham y Rinus Michels en los años 70, perfeccionó Johan Cruyff con el Dream Team en los 90 y alcanzó su máximo esplendor de la mano de Pep Guardiola a partir de 2008, el club sepa encontrar esos diamantes en bruto.
Leo Messi es el más grande de la historia, ya no solo del Barça sino del fútbol en general, y nunca habrá otro igual en el Camp Nou. Pero es necesario trabajar para encontrar perfiles lo más similares posible. También Xavi Hernández y Andrés Iniesta son irrepetibles, pero hay que intentar imitarlos.
El día que Arthur eclipsó a Robert
Con ese afán aterrizó este verano Arthur Melo en el FC Barcelona. Procedente de Gremio, en la liga brasileña, llegaba con la vitola de tener un parecido más que razonable al estilo de Xavi y de ser el mejor jugador de la final de la Copa Libertadores.
Precisamente fue en aquella final a doble partido contra Lanús cuando el despedido Robert Fernández quedó prendado de su talento. Melo ya demostraba ser un futbolista que se crece en las grandes citas. Y así lo hizo en su primer gran envite con el Barça, en el mítico Wembley, con un partido de notable.
André Cury, agente y asesor del Barça en Brasil / EFE
El motivo por el que Robert se desplazó a Sudamérica para seguir aquellos partidos no era otro que descubrir un talento del que André Cury le venía hablando desde hacía tiempo.
Cury, sí, el mismo agente brasileño que movió hilos para que Sandro Rosell pudiese acometer el fichaje de Neymar entre 2011 y 2013. El mismo que recientemente fue acusado de llevarse una comisión de 6,6 millones de euros por la salida de Neymar al PSG. Algo que el Barça niega.
La comisión que sí se ganó Cury
Se llevase o no esa comisión –hay que tener en cuenta que al club tampoco le ha ido tan mal sin Neymar–, la que sí se ganó con creces es la relativa al chivatazo sobre Arthur. Si su progresión avanza como dejó entrever frente al Tottenham, la garantía de mantener el estilo ganará varios enteros.
Una foto de archivo de Arthur, el nuevo fichaje del Barça, cuando jugaba con Gremio
La asignatura pendiente del club sigue siendo que la cantera dé el paso adelante que dio en tiempos de Guardiola y que de la propia Masía sigan saliendo los Busquets, Iniesta o Xavi de turno. Lo de Messi, es un imposible. De ahí la importancia de asegurar un buen relevo generacional para cuando falte, D10s no lo quiera.