El partido duró lo que le Barça quiso. En un unos primeros diez minutos intensos e igualados por parte de ambos equipos, el Espanyol plantó cara a un Barça que tuvo algunas dificultades para salir con el balón. Presión alta a las centrales y permutas constantes de las blanquiazules. Aun así, el Barça consiguió llegar a puerta. Un larguero de Leike Martens y una bolea de Andonova fueron el preludio de la goleada que se avecinaba.
En el minuto 11, Natasha Andonova puso el 1-0 en el marcador después de un error defensivo por falta de comunicación entre las centrales. La macedonia fue la más lista de la clase y mandó el esférico al fondo de la red con un zurdazo imparable. Cuando el Espanyol todavía se rehacía del golpe, Toni Duggan amplió distancias en el marcador. Otro gol por la escuadra, imposible para Mimi, que pese a encajar siete goles en 90 minutos, tuvo que emplearse a fondo para evitar una goleada mayor.
El planteamiento del técnico 'perico', Joan Bacardit, fue distinto a otros encuentros. La presión alta duró hasta el final de la primera parte, pero pasó factura a un equipo que sufrió en exceso a la espalda. Con un colchón de dos goles a favor, el Barça encontró más espacios y pudo llegar al área con mayor facilidad. Kheira Hamraoui, recién llegada a Can Barça procedente del PSG, estrenó su cuenta personal en una competición oficial con el Barça. Marcó el 3-0 tras un centro lateral. Andonova firmó su doblete personal con gol olímpico desde el córner para sentenciar la final antes de llegar a la media parte.
Mantener el orgullo
Ese fue la premisa que Bacardit debió dar a sus chicas en el descanso. El repliegue defensivo de las visitantes era obligatorio. Con cuatro goles encajados en menos de 40 minutos, la final se puso cuesta arriba y el técnico barcelonés quiso evitar males mayores. Aun así, fue imposible. El Barça se hizo dueño y señor del partido, jugó a su antojo. El Espanyol le regaló las bandas y el técnico auzlgrana, Fran Sánchez, dio descanso a algunas de sus jugadores para aprovechar la velocidad en las bandas.
Pese a los esfuerzos de las visitantes, Hamraoui y Duggan se sumaron al doblete de Andonova. La francesa aumentó su cuenta personal desde la frontal del área y la inglesa cabeceó un centro perfecto de Andressa Alves. Con el partido visto para sentencia y la Copa asegura, ambos técnicos cambiaron el 11 titular aprovechando los cambios volantes que permite la competición catalana.
Bárbara Latorre disputó 20 minutos y volvió a 'mojar' contra su exequipo para firmar el definitivo 7 a 0 tras un pase entre líneas de Mariona Caldentey.
Copa y récord
El Bara conquistó así su novena Copa Catalunya --la quinta consecutiva-- y además recuperó el orgullo con un nuevo récord. Hasta ahora las 'pericas' sostenían la mayor goleada en una final de este campeonato. Precisamente contra el Barça. En 2006 --cuando el Espanyol todavía dominaba el fútbol femenino de la Ciudad Condal-- las blanquiazules conquistaron la Copa tras vencer 7 a 1 al Barça en el estadio Nou Sardenya. Doce años después, el Barça ha aumentado esa renta con los mismos goles y sin encajar en la portería que ahora defiende Sandra Paños.
La Copa vuelve, un año más, a las vitrinas de Can Barça.