La verdadera Cristina Pedroche (sin filtros ni Photoshop)

Las redes sociales son un arma de doble filo. Muchas personas muestran una realidad enmascarada. Todo es artificial y fantástico. Hay muchas famosas que han sido bautizadas con el nombre de una nueva profesión, influencers. Son aquellas que tienen un gran seguimiento y poder en Instagram o cualquier otra red social. Sara Carbonero, Paula Echevarría, Pilar Rubio o Cristina Pedroche son algunas de ellas. Por ejemplo, ésta última ha conseguido traspasar la repercusión televisiva a la aplicación. Allí todo su contenido se viraliza en cuestión de minutos y no es de extrañar con sus más de tres millones de seguidores. 

Muchas de ellas muestran una vida perfecta, de ensueño. Ropa carísima, viajes a todo lujo, todo es felicidad. Por este motivo son muchas las que las quieren imitar. Pero todos sabemos que esa realidad no existe. Ellas también tienen sus problemas de la vida moderna. Cristina Pedroche los ha contado una y otra vez en sus redes sociales. 

Este 2020 ha perdido a una de las personas más importantes de su vida, su abuela, y no se pudo despedir de ella ya que nos encontrábamos en pleno estado de alarma. Por otro lado, su marido enfermó de coronavirus y tuvo que encerrarse en una habitación durante dos semanas. Además, la actual crisis sanitaria está teniendo una repercusión desastrosa en sus negocios. Los restaurantes de David Muñoz, especialmente DiverXO ha tenido que cerrar ya hasta en tres ocasiones por varios motivos. 

Y en el físico tres cuartas partes de lo mismo. Muchas se muestran maquilladas a todas horas, pero a Pedroche no le importa mostrarse al natural. Vemos fotografías donde aparece espléndida, con una sonrisa de oreja a oreja. Sin embargo para sacar esa fotografía ha tenido que tomarse otras que no eran de su agrado. Y ahí está la verdadera Cristina Pedroche, que no nos engañen. 

"Yo, de verdad, no pasaría a ver las otras fotos", escribe. En las otras fotografías aparece con los ojos cerrados. 

Cristina Pedroche vizca

Cristina Pedroche cara de asco