"No soy masoquista", la respuesta de Joana Sanz tras volver con Dani Alves

Joana Sanz vuelve a ser tendencia en las redes sociales. La modelo tinerfeña había estado lejos del foco público a partir del juicio de Dani Alves por agredir sexualmente a una mujer en la discoteca Sutton de Barcelona. Sin embargo, después de la libertad provisional del que fuera jugador del Barça ha regresado a mostrarse públicamente, tanto en internet como en las calles. En este sentido, se ha expresado por primera vez sobre el apoyo que ha dado a su actual pareja. 

A través de unas stories de Instagram, Sanz ha agradecido el apoyo de sus seguidores y ha hecho ocaso omiso a aquellas personas que han criticado la decisión de apoyar a Dani Alves en este proceso judicial. El vídeo comienza con la influencer mostrando las vistas de su habitación en una zona costera sin especificar, donde manifestó "¡qué maravilla trabajar con olor a océano! Quería aprovechar, ya que es mi day off, ya que estaré aquí para trabajar una semana".

Seguidamente, la pareja del brasileño expresó lo siguiente: "Quería agradecer a las personas que me han abrazado por la calle, que se me han acercado para darme palabras de cariño. Hay personas muy bonitas, que me quedo con eso, que es lo que me sigue manteniendo aquí en redes sociales, si no yo me sacaba todo. Porque, ¿para qué? Yo no soy masoquista como para estar recibiendo odio y, bueno, en fin... Estoy feliz, contenta, emocionada, trabajando y trabajando, y en paz mental".

Agarrada de la mano de Alves 

Ese apoyo de Joana Sanz a Dani Alves no solo ha sido de manera anecdótica en el proceso del juicio. Ambos parecen haber mantenido su relación, debido a que fueron captados por un fotógrafo de la revista Diez Minutos, donde ambos se ven agarrados de la mano en las calles de Barcelona. 

La continuidad de relación entre Sanz y Alves no resulta una sorpresa tan llamativa, teniendo en cuenta que la tinerfeña compartió el pasado 1 de abril una imagen en Instagram en la que sostiene la mano del exjugador profesional. Los dos han decidido retomar su vida juntos, aunque el brasileño todavía está atado a las condiciones de la libertad provisional, lo que implica que debe visitar semanalmente la Audiencia de Barcelona y que tampoco cuenta con sus dos pasaportes.